El papa Francisco convocó una asamblea extraordinaria del sínodo de la Iglesia sobre los desafíos a los que se enfrenta la familia católica, anunció este martes el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.
"Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización" será el tema de esta asamblea del sínodo, que se celebrará entre 5 y el 19 de octubre de 2014 y agrupará a un total de 150 personas, entre ellas presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo y expertos.
Es la tercera vez que se convoca una asamblea extraordinaria del sínodo de obispos desde su creación, tras el Concilio Vaticano II (1962-65). En estos 48 años se han celebrado asambleas ordinarias (más abiertas) o extraordinarias (restringidas), tratando diferentes temas.
El reglamento del sínodo establece que las extraordinarias se convoquen cuando "el tema a tratar exija una definición rápida", explicó el padre Lombardi.
El Papa ha expresado en varias ocasiones su interés por profundizar en ciertos aspectos sobre la familia, como el de los divorciados que se unen en segundas nupcias.
La semana pasada, Francisco dijo durante su visita a Asís que el compromiso que adquieren un hombre y una mujer al contraer matrimonio y la familia tradicional son realidades que la Iglesia quiere defender, y deploró la forma "a veces superficial y equívoca" de considerar la familia actual.
El aumento del número de divorciados y la legalización del matrimonio homosexual en varios países preocupa a la Iglesia, que ve en ellos cómo se pone en duda el modelo tradicional de familia presentado por la Biblia.
Francisco aboga por que la Iglesia sea más acogedora con las personas que no viven de conformidad con el catequismo, como son los divorciados, las parejas que conviven sin estar casadas, los homosexuales, o las mujeres que han abortado, quienes se han sentido rechazados. Pero no pone en cuestión el catequismo.
Esta reunión se convoca también para hacer frente al creciente proceso de descristianización en los países occidentales, ya que se considera que el núcleo familiar es el primer lugar de transmisión de la fe.