La diplomacia de Francia se puso el delantal y la toca de cocinero para defender la legendaria gastronomía francesa en el mundo frente a una competencia extranjera cada vez más fuerte.
Encargado del sector del turismo desde el último cambio de gobierno, el ministerio de Relaciones Exteriores multiplica las iniciativas, entre ellas prestar su sede para la presentación de la célebre guía gastronómica Michelini en febrero próximo u organizar cenas especiales en las embajadas francesas.
Se trata de un objetivo muy importante para Francia, primer destino turístico mundial con 84 millones de turistas extranjeros en 2013, pues la gastronomía es uno de las motivaciones principales para los visitantes.
"Hay que darle brillo a las grandes mesas", explica el embajador Philippe Faure a la AFP.
"Hay que mejorar también todo lo que es bistrot y restaurantes pequeños, que a menudo no son muy buenos y a menudo muy caros", agrega el presidente delegado del consejo de promoción del turismo instalado por el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius.
El 19 de marzo el ministerio poner en marcha una gran operación planetaria para probar la vitalidad y la diversidad de la gastronomía francesas, que figura en el patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde el año 2010.
El ministerio pidió auxilio a uno de los chefs más conocido de Francia, Alain Ducasse, para organizar una operación similar a la de las "Cenas de Epicúreo", llevada a cabo por el legendario chef Auguste Escoffier, "el cocinero de los reyes y el rey de la cocina", a fines del Siglo XIX.
Miles de chefs de diferentes nacionalidades en los cinco continentes, previamente seleccionados, propondrán ese mismo día un "menú a la francesa": aperitivo con champagne o cognac, entrada fría, entrada caliente, pescado o crustáceos, carne de vaca o ave, quesos franceses, postre de chocolate y vinos franceses.
La operación "Goût de France/Good France" no se limitará a la alta gastronomía, precisa Alain Ducasse a la AFP.
Los menús deben privilegiar las verduras y los productos de estación, evitar el exceso de grasas, de azúcar y sal, detalla Ducasse, dueños de tres restaurantes en París, Mónaco y Londres, todos ellos "tres estrellas" en la Guía Michelin.
La notoriedad de la cocina francesa se ve amenazada por la emergencia de otros países, como España, Escandinavia, Perú, y la influencia de guías como los "50 mejores restaurantes" de la revista británica "Restaurant", muy criticada en Francia por ubicar en esa lista sólo 5 restaurantes franceses.
"Los anglosajones quieren destronarnos. Dicen Francia estuvo bien pero ya no", dice Philippe Faure, que fue embajador en México, Japón y Marruecos, y presidió durante varios años la guía Gault&Millau.
"No decimos que Francia sea el único lugar donde pasan las cosas, pero no estamos en vías de extinción", dice Faure, que seañala que en los últimos años muchos países invirtieron mucho dinero en la promoción de su gastronomía.
Razón por la cual Francia lanza su ambicioso plan de defensa y difusión de la cocina francesa, al cual el sector público y el privado aportarán su apoyo financiero/AFP.