Franceses y malienses retiran minas de ciudades conquistadas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 23 de Enero de 2013

Los soldados franceses y malienses empezaron este miércoles a retirar las minas de las ciudades recientemente conquistadas en Malí y a evacuar hacia Bamako, la capital, las armas y municiones abandonadas por los insurgentes islamistas.

Las tropas de ambos países buscaban armas en Diabali (400 km al noreste da Bamako), una localidad retomada el lunes de manos de los islamistas por el ejército maliense con apoyo de tropas francesas.

La aviación francesa también bombardeó el palacio que el exlíder libio Muamar Gadafi había construido en Tombuctú, en el norte, y que los islamistas del Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) utilizaban de cuartel general. El palacio fue destruido, según fuentes francesas.

Tombuctú, 900 km al noreste de Bamako, es una ciudad histórica de la cultura musulmana en África y está en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.

Los islamistas destruyeron varios mausoleos de santos musulmanes y procedieron a lapidaciones y amputaciones de sus habitantes.

En los últimos días varias fuentes dieron cuenta de un repliegue de los islamistas hacia Kidal, en el extremo noreste de Malí, a 1.500 km de Bamako cerca de la frontera con Argelia.

En el frente diplomático, doce días después del inicio de las operaciones francesas, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se felicitó por la "valiente" intervención francesa en Malí.

Pero al mismo tiempo manifestó su temor por el impacto de las operaciones militares en los civiles y en el respeto de los derechos humanos.

Francia asegura que no tiene "ningún indicio" sobre abusos contra la comunidad tuareg y árabe por parte de las fuerzas malienses, al contrario de algunas revelaciones de la prensa.

En Bamako, el jefe de estado mayor de las Fuerzas Armadas malienses, prometió el martes que "cualquier soldado que cometa abusos contra la población civil será juzgado por un tribunal militar".

En Moscú, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, aclaró que Rusia no había propuesto oficialmente a Francia contribuir al transporte de tropas hacia Malí y se limitó a ponerse en contacto con empresas privadas rusas.

Por otra parte Japón, aún conmocionado por la muerte de siete japoneses en el ataque contra una planta de gas en Argelia llevado a cabo por islamistas que dijeron actuar en represalía por la guerra en Malí, decidió el miércoles cerrar temporalmente su embajada en Bamako por la "degradación de las condiciones de seguridad", según un comunicado del ministerio de Exteriores.

Rompiendo la casi unanimidad de la comunidad internacional, el presidente egipcio Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, dijo estar contra la intervención francesa en Malí porque puede "alimentar el conflicto" en la región.

En cambio, Mahmud Dicko, presidente del Alto Consejo Islámico de Malí (HCIM), principal organización islámica de un país al 90% musulmán, dijo que la intervención francesa no es en ningún caso "una agresión contra el islam".

AFP