El peso colombiano se ha mantenido relativamente fuerte en medio de la turbulencia internacional, sostenido particularmente por unos flujos de Inversión Extranjera Directa que no han moderado su ritmo de crecimiento (al cierre de junio crecen a 26.2% anual, 9.329 millones de dólares).
Este comportamiento, sumado a factores como monetizaciones para el pago de impuestos y una balanza de bienes superavitaria (a mayo el superávit asciende a 3.027 millones de dólares), ha generado una disponibilidad de caja en dólares históricamente alta, lo que abre la posibilidad de renovadas presiones a la baja sobre la tasa de cambio en un futuro, de producirse una reducción en la incertidumbre y la volatilidad en los mercados internacionales, explica el analista de Correval Daniel Velandia.
En este sentido, al 13 de julio la posición propia de contado alcanzó 2.542 millones de dólares, lo que sugeriría riesgos bajistas sobre el precio de la divisa si la condición de la economía global y así, la confianza, no se deterioran aún más desde el punto actual.
Por lo tanto, como mecanismo de prevención de una potencial reanudación de la tendencia bajista de la tasa de cambio si las condiciones mejoran al menos marginalmente en los mercados externos y, con ello, evitar presiones adicionales sobre los sectores transables de la economía, el Banco de la República podría incrementar las compras de reservas internacionales de tal manera que la posición de caja en dólares de los bancos sea vea reducida a un ritmo mayor en los próximos meses y promueva la compra de la divisa por parte de los mismos meses adelante, considerando la regulación que les impide registrar posiciones cortas en el mercado de contado para el promedio aritmético simple de tres días.
Cabe recordar que la autoridad monetaria cuenta con las herramientas necesarias para esterilizar la liquidez provista al mercado a través de un eventual incremento en las compras diarias de dólares de resultar necesario, a saber TES de control monetario o títulos propios emitidos por el Emisor.
Un punto de discusión también ha sido el impacto que este tipo de intervención trae consigo sobre el balance del banco central; a este respecto, cabe recordar que el presidente de la República Juan Manuel Santos hace algunas semanas afirmó que el Gobierno estaría dispuesto a asumir las pérdidas asociadas a la intervención por parte del Banco Central a través del Presupuesto Nacional.