El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, prometió este lunes seguir fortaleciendo la oposición siria, sin armarla, al mismo tiempo que respaldó implícitamente el suministro de armas a los rebeldes "moderados" por parte de los países del Golfo.
Durante su visita a Riad, capital de Arabia Saudita, donde almorzó con el presidente de la autoridad palestina, Mahmud Abas, el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense reiteró que el tiempo de la diplomacia con Irán por su programa nuclear no era "infinito".
Kerry llegó el lunes por la noche a Abu Dabi, donde permanecerá unas horas, antes de viajar a Doha el martes por la mañana.
En Riad, Kerry se reunió con los ministros de Relaciones Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo, que expresaron su apoyo para una solución negociada en Siria, al mismo tiempo que pedían una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Estados Unidos se compromete a seguir trabajando (...) para fortalecer a la oposición siria", dijo Kerry durante una conferencia de prensa junto a su homólogo saudí, el príncipe Saud al Faisal. La semana pasada en Roma, Kerry prometió a la oposición política siria una ayuda de 60 millones de dólares y una asistencia directa, no letal, a los rebeldes en el terreno.
Aunque el gobierno de Barack Obama se niega a suministrar armas a la oposición siria, Kerry reconoció que los insurgentes reciben armas, entre otros, de Arabia Saudita y Qatar. "No existen garantías" de que el armamento no acabe en "manos equivocadas", es decir en manos de extremistas islamistas, admitió el secretario estadounidense, pero los opositores sirios tienen "ahora la capacidad de asegurarse de que las armas llegan realmente a la oposición moderada y legítima", añadió.
Por su parte, su anfitrión saudí insistió en "el derecho del pueblo sirio a defenderse" y exigió un "embargo de armas al régimen sirio (...) y a su máquina de matar".
Los seis países árabes del Consejo de Cooperación del Golfo, aliados de Washington, reprochan a Estados Unidos una cierta inacción frente a Siria y consideran que no es lo suficientemente firme con respecto al vecino Irán.
Sobre el programa nuclear iraní, Kerry reiteró, junto a su anfitrión saudí, que "ambos prefieren la solución diplomática, pero (que) la opción de una solución diplomática no puede, por definición, permanecer abierta indefinidamente".
El príncipe saudí expresó su esperanza de que las negociaciones entre Irán y las grandes potencias conduzcan "a una solución drástica".
El jefe de la diplomacia estadounidense almorzó con el presidente Abas, que llegó la víspera a Riad. Kerry señaló que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaba "al corriente" de este encuentro.
La gira del secretario de Estado no incluye Israel ni los territorios palestinos, donde el presidente Obama tiene previsto ir en marzo.
El departamento de Estado no se pronunció sobre este almuerzo durante el cual "el presidente Abas (debía) exponer a la nueva administración estadounidense la opinión palestina antes de la visita de Obama", según el embajador palestino en Riad, Jamal al Chawbaki. Abas hablará sobre "las violaciones israelíes en Jerusalén y la continua colonización (...), agregó a la radio palestina.
Kerry se reunió también con el príncipe heredero saudí Salman Abdel Aziz, pero no fue recibido por el rey Abdalá.
AFP.