EL NUEVO SIGLO: ¿Qué preocupación le asalta sobre la cultura ciudadana?
JOSÉ DAVID NAME: Los fines de año y los carnavales se tornan preocupantes ante la oleada de noticias sobre inseguridades que afectan la tranquilidad necesaria para gozar las fiestas como es lo deseable. Son numerosos los hechos perturbadores de la tranquilidad. Desde pequeños robos de luces en los pesebres en antejardines en los pueblos o de celulares hasta crímenes atroces, como el caso de la joven soledeña que salió de su casa engañada por una oportunidad de trabajo temporal y terminó degollada por un violador en un sector enmontado de Malambo. Además pasando por la muerte sorprendente de una niña de cuatro años en Santa Marta por ingerir triquitraques. Hemos pasado de las noticias por atrocidades del conflicto interno o el narcoterrorismo, a preocupaciones de perturbaciones evitables si aplicamos la cultura ciudadana.
ENS: ¿Qué llamado hace usted a las autoridades?
JDN: La invitación, entonces, es a que todos en especial las autoridades hagamos los esfuerzos para prevenir los hechos que dañan el ambiente de fiesta. Una reunión de trabajo entre los responsables del orden y la seguridad en el Área Metropolitana de Barranquilla para tratar el tema de los atracos a los buses que ingresan o salen de la ciudad, terminó con decisiones tan obvias como regular las paradas de los buses, instalar sistemas motrices de seguridad y mejorar la inteligencia para frenar la ofensiva de las bandas criminales. Son un problema recurrente estos atracos y muy perniciosos para la tranquilidad de los usuarios de este servicio intermunicipal de transporte. Por eso resulta inexplicable el que se hayan demorado en la toma de decisiones.
ENS: ¿Qué otros problemas percibe por esta época?
JDN: El abigeato es otro problema que perturba en algunos municipios cerca de Barranquilla, con el agravante de que hay quejas por la demora en la atención de la Policía Nacional frente a los llamados ciudadanos por diversas causas que ya no tienen sentido con los avances de que disponemos. Nadie puede desconocer los servicios de esta institución pero, por lo mismo, por la confianza que ha ganado, tiene un deber mayor de activar sus propios agentes y los sistemas de apoyo comunitario.
ENS: ¿En este caso qué es lo más importante?
JDN: Prevenir es mejor que curar. El sistema penal colombiano ha colapsado porque la conflictividad y la delincuencia han desbordado la capacidad institucional para resolver los casos, dándoles a éstos, trámites de manera oportuna, ya que el Estado no cuenta con lo requerido para evacuar los procesos. Y en el sistema penal terminan casos que pudieron no llegar allá si la acción estatal y de la sociedad tuviera más una cultura preventiva. El reto en Colombia hoy por hoy es, por lo tanto, la seguridad ciudadana. Por ello el compromiso debe estar en su protección, tanto en las acciones punitivas, en lo cual hemos trabajado en el Congreso, como en las transformaciones culturales y tecnológicas que hagan posible la garantía de la seguridad. La cultura preventiva tiene que arraigarse en nuestro medio.
ENS: ¿Resalta la seguridad ciudadana?
JDN: La seguridad es que cada persona pueda hacer sus actividades cotidianas sin temor de una agresión. En la medida en que se concentra la población en una ciudad o territorio y las necesidades de las personas aumentan, los factores de agresión crecen. Aumenta igualmente la conflictividad por los cambios en los comportamientos, especialmente de la juventud, lamentablemente influida por consumos viciosos.