Continuando con las presentaciones que sobre la reforma a la Justicia se dieron en el Club El Nogal, hoy nos ocuparemos del ex presidente de la Corte Constitucional José Gregorio Hernández Galindo, quien se metió a las cocinas del Congreso y de la Casa de Nariño, en donde se prepararon muchas cosas que comprometen a mas de uno.
Escopeta de regadera. Según el jurista Hernández, hay procesos judiciales que se tramitan en los medios con una visión parcializada y subjetiva que incide en los pleitos. Recordó que juristas destacados asesoraron al Congreso y al Gobierno en el trámite posterior e hizo esta advertencia: “No quiero que mis palabras sean un ataque a quienes tienen todo el derecho a pensar distinto”. (Preguntamos: ¿sería que con esto le estaría echando un vainazo al ex ministro Néstor Humberto Martínez?). Le concedió la razón a Humberto De La Calle. Se hizo todo por fuera de la Constitución. Y planteó que entre el Gobierno y los miembros del Congreso hubo una pelea de novios.
El apéndice. Otras consideraciones: “Los Congresos en Colombia se han convertido en un apéndice del Ejecutivo. Las grandes decisiones del Congreso se adoptan sobre la base de la dirección que señale el respectivo Presidente de la República. Lejos de darse un debate profundo sobre los distintos asuntos, se sale de un desayuno de Palacio a votar y se vota según el querer del Presidente. Esto rompe la teoría de contrapesos”.
Colcha de retazos. Señaló el constitucionalista que “en la segunda vuelta se introducía permanentemente un sinnúmero de propuestas que no eran debatidas. Ejemplo: Artículo 375, hablando del segundo periodo de sesiones, no se puede agregar nada que no se haya debatido en la primera vuelta. La Constitución no se puede reformar tan fácilmente, pero en sus 21 años se le han introducido 37 reformas. La Carta ha venido siendo modificada con gran irresponsabilidad. Cada Presidente quiere dejar su huella en la Constitución”.
Hundimiento. Sostuvo que “el procedimiento que se utilizó para su hundimiento fue absolutamente inconstitucional. La sentencia C-222 de 1997 dice que no puede haber objeciones a la reforma de la Constitución, porque el Presidente no puede sancionar y atravesarse en el poder constituyente. Hemos sentado un gravísimo precedente que permite que el Presidente se imponga sobre el Legislativo”.
Sanciones. Terminó diciendo Hernández: “La Constitución es clara: Los periodos de sesiones ordinarias habían terminado. El artículo 149 de la Constitución dice: Toda reunión que se pretenda carecerá de validez, y quienes participen serán sancionados”. Confirmó que ya hay demandas en el Consejo de Estado sobre el decreto que convocó a sesiones extraordinarias. Resumiendo, “se le dio un golpe terrible a la Constitución en este proceso. Hubo una verdadera crisis institucional de la cual aún no salimos”.
Profundidad. En su intervención en la tertulia de El Nogal el ex ministro Hernando Yepes Arcila se reafirmó en el contenido del profundo reportaje concedido cuando empezaba el candente debate alrededor de la crisis institucional.