“Toda la Rama Judicial lo acompaña en la consecución de la paz”, le dijo el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, José Leónidas Busto, al Jefe del Estado, durante el XVIII Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria ‘Justicia Transicional, Paz y Posconflicto’, realizado este jueves en la capital de Bolívar.
“Señor Presidente, la Corte Suprema de Justicia y la justicia en Colombia cree en la paz y confía en su prudente juicio, en su ponderación”, le expresó el magistrado Bustos al Presidente Santos, quien intervino en la apertura del evento que convoca a magistrados de las Altas Cortes.
También le indicó al Mandatario, que en sus manos tiene la importante misión de lograr la paz de Colombia.
“Señor Presidente tiene usted en sus manos una misión muy importante para Colombia, devolverle a las víctimas y a todos los colombianos la esperanza y la fe en un país viable, en la paz”, señaló.
En ese orden de ideas el Presidente de la Corte le obsequió al Jefe del Estado una paloma de la paz (obra del maestro Alejandro Narváez), que simboliza la confianza en el proceso de paz.
“En sus manos está señor Presidente, obtener la reconciliación de todos los colombianos, devolverle la fe y la esperanza al pueblo colombiano en pro, y en esa dirección señor Presidente, la Corte Suprema de Justicia le entrega la paz, el símbolo de la paz, una paloma del maestro Alejandro de Narváez, hecha de 50 piezas que representan 50 años de violencia”, explicó Bustos.
De otro lado, el Presidente de la Corte hizo énfasis en la importancia de acabar con la guerra en Colombia, “la guerra ha sido la principal causa de la negación de los derechos humanos en Colombia”.
Así mismo, sostuvo que la Rama ha de servir a la consecución de la paz.
“Las formas jurídicas no pueden ser un obstáculo para la definición soberana del destino de una Nación, el derecho ha de servir al fin máximo de conseguir y mantener la convivencia pacífica del país”.
Con respecto a la justicia transicional, aseveró que “la fase de transición judicial corresponde a la necesidad de terminar la guerra, reincorporar a la vida civil a los combatientes y por supuesto dignificar a las víctimas.”
Y precisó, por último, que “la intervención del poder judicial a través de la justicia transicional va encaminada a lograr esos objetivos fundamentales”.