Un grupo de diez químicos forenses de Centroamérica, el Caribe y México asistieron esta semana a una pasantía sobre análisis de drogas ilícitas en los laboratorios forenses de Bogotá y Cali, en el marco de la cooperación contra el crimen que Colombia brinda al istmo.
Las prácticas sirven para capacitar a químicos forenses de México, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Panamá y El Salvador en la detección de grados de pureza de drogas y de camuflaje de estas sustancias, así como para realizar declaraciones técnicas en juicios por narcotráfico.
Esta actividad ratifica la "voluntad del gobierno de Colombia de apoyar a Centroamérica en todo lo que tiene que ver con lucha antidrogas", destacó William Garzón, funcionario de la Fiscalía colombiana.
Además, los intercambios permiten coordinar metodologías y detectar mejor las nuevas modalidades de tráfico, según el perito químico Franklin Muñoz.
"Hace un año en Colombia estuvo en boga la cocaína negra. No era más que cocaína corriente a la que le habían agregado una sustancia para que las reacciones no dieran el color normal y presumiéramos que era otra cosa", ejemplificó.
Colombia ha reducido casi a la mitad su producción de cocaína en los últimos ocho años (345 toneladas en 2011) aunque se mantiene, junto a Perú, con los niveles más altos del mundo según la ONU.
En 2011 se incautaron más de 400 toneladas de drogas, de las cuales 145 toneladas eran de cocaína, según el ministerio de Justicia.
En el país funcionan siete laboratorios forenses de drogas.
AFP