Para lograr la formalización laboral en el campo se debe establecer como primera medida, la igualdad entre el salario mínimo legal de la ciudad y las zonas rurales.
Así lo afirmó el presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, Julio Roberto Gómez, al anunciar su postura favorable al anuncio del Gobierno de establecer un acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, OIT, para trabajar conjuntamente en la elaboración de una estrategia para este propósito.
Para el dirigente sindical el anuncio que hizo el presidente Juan Manuel Santos es una buena noticia siempre y cuando se empiece a trabajar en los problemas que más afectan a esta población como lo es la falta de nivelación salarial, y prestaciones sociales.
“Los salarios de los campesinos varían según su actividad, lo que sí es cierto es que la mayoría de ellos reciben pagos mensuales inferiores al salario mínimo, los jornales no tienen seguridad social, y ninguna protección. En los lugares más apartados el jornal puede ser sencillamente miserable” dijo el presidente de la CGT.
Por otra parte el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, señaló que este anuncio de formalización laboral en el campo permitirá preparar el país para el posconflicto.
“No puede haber paz en el campo sin trabajo decente. Por eso fue extraordinario el acuerdo de la OIT y el presidente Santos para avanzar en ese logro” destacó Garzón.
Igualmente Gómez manifestó que como primera medida se debe establecer cuánto debe ganar un campesino, lo que no puede estar por debajo del salario mínimo legal, “que no exista una discriminación del salario mínimo para el campo y para la ciudad”.
Según el representante de las centrales obreras, en Colombia hay 12 millones de campesinos, los cuales hacen parte de la fuerza laboral, los niños, las mujeres y jóvenes, así como la gente de la tercera edad, quienes se debaten en medio de una precariedad, no solamente desde el punto de vista laboral, sino también desde el social.
La ausencia de centros de salud, establecimientos educativos, vías de penetración, son muchas de las falencias que enfrentan a diario nuestros campesinos.
“Mientras que el Gobierno habla con propiedad de vías de cuarta generación (4G), cuando las vías terciarias y secundarias están cada vez más destruidas, por ello llama la atención positivamente la propuesta que hace el Gobierno a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en torno al proceso de formalización de trabajo de los campesinos, habría que puntualizar exactamente en qué áreas, porque por ejemplo en lo que tiene que ver con palma africana, azúcar, las flores y el sector bananero, hay números importantes de trabajadores que son formalizados , lo que pasa es que ahora habría que combatir los fenómenos de tercerización laboral”, sostuvo el dirigente sindical.
“Para nosotros sería interesante que en la próxima reunión de concertación conociéramos en concreto cuáles son las variables que está manejando el señor Presidente de la República sobre este tema, todo aquello que signifique en efecto la resolución de los problemas de informalidad laboral en las zonas rurales, por supuesto son bienvenidos”, puntualizó Gómez.
LA FALTA de centros de salud, establecimientos educativos, vías de penetración, son muchas de las dificultades que enfrentan a diario los campesinos./ENS