El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) censuró a Argentina este viernes, por primera vez en la historia de la entidad, y le conminó a que reforme sus estadísticas de la inflación y el Producto Interior Bruto (PIB) antes del 29 de septiembre.
El directorio dejó sin embargo de nuevo un margen de tiempo antes de iniciar un proceso de sanciones, al pedir a la directora gerente, Christine Lagarde, que vuelva a informarle sobre el caso el 13 de noviembre.
El directorio de 24 miembros constató que "el progreso de Argentina para implementar las medidas" que le pidió en septiembre pasado "no ha sido suficiente".
"Como resultado, el Fondo ha emitido una moción de censura", indicó.
Argentina tiene por lo tanto ocho meses para poner al día sus estadísticas de acuerdo a estándares internacionales, algo que se negó a hacer a lo largo de 2012.
Buenos Aires asegura que no hay ningún problema con esas cifras oficiales, que a su vez son cuestionadas en el país por analistas privados.
Según los estatutos del Fondo, una declaración de censura conlleva "una nueva fecha límite" durante la cual se puede seguir negociando.
Sólo después de un nuevo informe del director gerente se abre ya el capítulo de sanciones, que empieza por cerrarle el acceso a créditos al país miembro.
Argentina rechaza desde 2006, cuando saldó sus cuentas con el Fondo, someterse a cualquier evaluación de la entidad, y también ha prometido no requerir más ayuda del organismo financiero.
Pero el gobierno de Cristina Kirchner sí aceptó en cambio una misión técnica para ayudarle a confeccionar un índice nacional de inflación, aunque sin aplicar sus recomendaciones, el año pasado.
La inflación oficial en Argentina fue del 10,8% en 2012, mientras que analistas privados duplican esa cifra con creces.
Después de quedarse sin acceso a los créditos del FMI, Argentina podría perder su derecho a voto, tras seis meses, y finalmente, tras otro periodo, podría sobrevenir la expulsión, siempre según los estatutos del organismo.
El proceso da amplio poder a Lagarde, la responsable de ir informando a los 24 miembros de las negociaciones con Argentina.
Entre los actuales miembros del directorio, que representan a países o grupos de países, están Venezuela, Brasil y Chile.
Argentina acusa al FMI de ser uno de los causantes de su crisis financiera de 2001, que acabó con un default de su deuda externa.
El gobierno de Cristina Kirchner promueve un cambio profundo de las cuotas de poder dentro del organismo multilateral, y es una de las voces más críticas dentro del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) al actual sistema en el seno del FMI.
El Fondo, a su vez, está tomando medidas para presionar a los países que no aceptan sus misiones de evaluación económica, que luego desembocan en lo que se conoce como informes del Artículo IV.
El FMI decidió el año pasado que informaría de los encuentros del directorio para evaluar a un país que no acepta las misiones del Artículo IV.
Ese fue el caso de Ecuador, en noviembre pasado, y de Argentina, esta misma semana. El directorio anunció en ambos casos una reunión "informal" para examinar sus respectivas situaciones económicas "a partir de la información disponible".
AFP