El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó para el año que viene una decisión sobre el caso de Argentina, aunque el lunes recibirá un nuevo informe sobre cómo andan las negociaciones para que ese país ponga en regla sus estadísticas.

La directora gerente, Christine Lagarde, actualmente de viaje en Chile, entregará el 17 de diciembre, como fue previsto hace tres meses, su informe a la cúpula del ente, informó este jueves el portavoz oficial del Fondo, Gerry Rice.

Pero las negociaciones continúan entre bastidores, según todos los indicios.

El directorio recibirá el informe pero no se reunirá oficialmente para examinarlo y adoptar medidas, a pesar de que en septiembre Lagarde había advertido a Argentina que tenía tres meses para evitar la "tarjeta roja".

"No tengo una fecha, pero no esperaría (una reunión) este año", dijo Rice en rueda de prensa.

El Fondo "sigue dispuesto a cooperar con las autoridades" argentinas sobre ese conflicto en torno a sus estadísticas, indicó Rice.

Lagarde acudirá el viernes a Viña del Mar para un encuentro de ministros de Finanzas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que también está previsto que acuda el ministro argentino de Economía, Hernán Lorenzino.

No están previstos encuentros con responsables argentinos por el momento, indicó un portavoz del Fondo en un correo electrónico, después de reportes de la prensa de ese país que indicaban que un alto funcionario del gobierno de Cristina Kirchner se hallaba en Washington.

El largo pulso con Argentina, que se inició hace dos años, es a causa de los datos de la inflación y el Producto Interior Bruto (PIB).

El FMI inició una colaboración técnica a pedido de Buenos Aires para alinear esas estadísticas, que son objeto de polémica dentro del propio país, según los criterios internacionales.

Argentina no siguió las recomendaciones de los técnicos del Fondo.

El país sudamericano, que saldó todas sus deudas con el FMI en 2006, se niega a recibir las visitas que los técnicos del Fondo realizan a la inmensa mayoría de sus 188 países miembros, para conocer de cerca su situación económica y compartir los datos con el resto de miembros del club.

Argentina considera que el Fondo tuvo en gran parte culpa de la crisis que desembocó en su histórico cese de pagos de su deuda externa de 2001.

Ningún país ha sido expulsado nunca del Fondo a causa de la calidad de las estadísticas que entrega.

El proceso que inició en septiembre pasado el directorio del Fondo es largo y lleno de pausas para dar oportunidad al país en cuestión de resolver el conflicto, según expertos en Washington.

Inicialmente el directorio podría el año que viene, si el informe de Lagarde no le parece satisfactorio, emitir una declaración de censura, que podría desembocar en una prohibición de préstamos a Argentina, algo que no representaría un gran cambio en la relación bilateral.

Luego Argentina podría perder el derecho a voto en el Fondo y eventualmente ser expulsada.

AFP