La coyuntura política en Ucrania tiene potencial para afectar el desempeño de la economía global, alertó este miércoles la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
"La situación en Ucrania (...), si no es manejada bien, podría tener efectos secundarios amplios", dijo Lagarde durante un discurso ante la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS, por sus siglas en inglés), en Washington.
Lagarde mencionó en su discurso "el surgimiento de tensiones geopolíticas", que tienen capacidad para "empañar el desempeño de la economía global".
En opinión de la directora del FMI, "hay otros casos de tensión geopolítica. Resolverlos requiere no solo buenas políticas, sino también buena política".
Esas dos condiciones, añadió, "son esenciales para permitir que la economía global se mueva a una mayor velocidad".
En su discurso, Lagarde además calificó de "decepcionante" el bloqueo de Estados Unidos al proceso de reformas dentro del FMI.
La única excepción al soporte global a las reformas del FMI, "lamentablemente, es Estados Unidos", dijo. "La semana pasada, una legislación que habría permitido avanzar la reforma fue descartada por el Congreso. Eso es decepcionante, pero no es el fin de la historia", apuntó.
Lagarde adelantó que la prioridad para el FMI en este momento es el fortalecimiento de la cooperación internacional, como forma de permitir a la economía global consolidar la recuperación luego de la crisis de 2008.
"Ciertamente la economía global se ha estabilizado desde la crisis financiera, pero la recuperación es demasiado frágil para sentirse cómodo", dijo Lagarde.
Este escenario, donde la cooperación tendrá un papel central, será el eje de las discusiones de la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial que se realizará en la próxima semana en Washington, apuntó.
De acuerdo con Lagarde, uno de los fundamentos para un cierto optimismo es que la actividad de las "economías avanzadas" está mejorando, aunque a diferentes ritmos.
"Esta es una buena noticia, porque en los últimos cinco años los mercados emergentes y las economías en desarrollo cargaron en los hombros el peso de la recuperación, representando el 75% del crecimiento global desde 2009", destacó.
Lagarde resumió así el actual panorama global: "Una recuperación modesta y frágil está en marcha, y precisa moverse en dirección de un crecimiento rápido y sostenido".