La firma calificadora Fitch Ratings reafirmó el grado de inversión a la economía colombiana al ratificar la nota BBB-, con lo que se reduce la posibilidad que durante este año sea rebajada la calidad de la deuda.
De acuerdo con los analistas de Correval, con la ratificación “se reduce considerablemente la probabilidad de que durante este año se observe un cambio en el outlook por parte de alguna agencia”.
Señalan los investigadores que “la semana pasada el director ejecutivo de S&P para América Latina, Víctor Herrera, afirmó que para 2012 es muy difícil que se haga una revisión de la calificación o del Outlook del país a la espera de lo que suceda con el proyecto de reforma tributaria”.
Fitch señala que aunque los indicadores de crédito soberano han mejorado en el último año, la incertidumbre sobre la economía global genera riesgos a la baja sobre el crecimiento colombiano, las exportaciones y las cuentas fiscales.
En sus análisis, la calificadora espera que la economía colombiana crezca entre 4.2%-5.0%, impulsado por una mayor inversión extranjera directa en petróleo, minería e infraestructura.
Durante 2011, Colombia además obtuvo el grado de inversión por Fitch a mediados de 2011 y el Congreso de EEUU aprobó el Tratado de Libre Comercio –TLC- con Colombia. Estos eventos se espera afecten la estructura económica de los GLR, y además dinamicen los ingresos fiscales.
Señala que el perfil presupuestario futuro podría afectarse en 2012 debido a modificaciones institucionales. Con la reforma al Sistema General de Regalías del petróleo y otros recursos no renovables, las regalías se redistribuirían entre los subnacionales no productores.
El acceso a otras fuentes de financiación para la inversión reduciría las necesidades de deuda en el mediano plazo. Por otro lado, una posible reforma pensional durante este año, liderado por el gobierno central, podría reducir el riesgo indirecto.
Fitch supone que la inversión de los subnacionales se contraería considerablemente en comparación con 2010-2011. El financiamiento por medio de créditos no sería tan dinámico.
Asimismo, es probable que se mantengan estables los ingresos operacionales, ya que no se prevén cambios significativos. El rendimiento operativo dependerá principalmente en el control de los gastos operativos, los cuales podrían sufrir cambios con la entrada de nuevas administraciones locales.
En 2011, el apalancamiento de las regiones alcanzó niveles medioaltos, debido a que algunos desembolsos de créditos contratados en 2011 se llevarían a cabo en 2012 y los plazos de amortización son en promedio de 7 años. La disminución de la deuda, acompañado por un desempeño operativo estable y menos restricciones presupuestarias, aliviaría las metras crediticias.
Explica en uno de sus reportes la firma calificadora que la capacidad de las regiones para superar las tendencias históricas, mejorando su desempeño operativo a pesar de los retos prospectivos, acompañado por coberturas de deuda más fuertes y la posibilidad de reducir el apalancamiento mediante el uso de fuentes de financiación alternas.
De otro lado, en entorno económico desfavorable se podría reflejar en una contracción de los ingresos, afectando en consecuencia las métricas crediticias. Aumento de la deuda o resultados macroeconómicos negativos también podrían afectar las perspectivas de calificación de los GLR.
En un informe anterior, la calificadora pronosticaba que el crédito en el país sufrirá un bajón y una sensible desaceleración como consecuencia de las perspectivas menos favorables de la economía mundial.
La firma calificadora señala que “los esfuerzos por parte de las autoridades de los mercados emergentes de prevenir un sobrecalentamiento económico, están aumentando. La mayoría de los sistemas bancarios siguen siendo sólidos, después de haber mostrado un fuerte crecimiento crediticio en 2010 y la primera mitad de 2011. Pero a medida que las carteras empiecen a madurar, es probable que aumente la morosidad desde niveles muy bajos en 2012”.