Después de que el juez 42 de conocimiento de Bogotá condenó a tres años de prisión al excontratista Emilio Tapia por su participación en el carrusel de contratos en Bogotá en la administración de Samuel Moreno, la Fiscalía apeló la condena porque considera que no compensa el daño a la ciudad.
Ante la medida proferida, el fiscal delegado ante la Corte Suprema, Jaime Zetién, dijo que la condena impuesta por el juez 42 de conocimiento de Bogotá no se compadece con la gravedad de los hechos causados.
“La Fiscalía apeló porque independientemente de ser siempre respetuosa de las decisiones de los jueces, la Fiscalía con la dosificación de la pena no está de acuerdo. Hay un margen de la ley pero ante la intensidad del dolo y la gravedad de los hechos en este tema tan grave para Bogotá la Fiscalía sí esperaba a que fuera un poco más grave la pena”, dijo Zetién.
De igual forma, sostuvo que una prueba más del daño causado a los recursos del Distrito es que por este caso de las graves irregularidades en contratación los dineros en juego están calculados en más de 500.000 millones de pesos.
Es de recordar que la multa que impuso el juez a Tapia por este escándalo fue de más de 12 millones de pesos tras hallarlo culpable del delito de concierto para delinquir.
El contratista enfrenta otros dos procesos por el mismo caso del carrusel de los contratos, acusado de los delitos de cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos por las irregularidades y lavado de activos.
Y es que en los corrillos políticos se decía que Tapia, quien se autodenominó en la estructura del carrusel como el testaferro del exalcalde Moreno y su hermano, el senador Iván Moreno, era uno de los mayores beneficiados con la justicia porque fue de los primeros que se declaró culpable y dispuesto a delatar con pruebas a sus cómplices.
Entonces Tapia gozó de libertad debido al valor de las pruebas que presentó, pero el año pasado, el polémico contratista fue capturado junto a su presunto testaferro Jesús David Sierra por el delito de lavado de activos.
La Fiscalía encontró que Tapia siguió delinquiendo mientras se desempeñaba como colaborador para desenredar el escándalo de corrupción en la ciudad para ganar un preacuerdo y los beneficios judiciales.