En el cementerio Los Olivos, de Neiva, la Fiscalía exhumó hoy los restos de Rodrigo Lara Bonilla, asesinado el 30 de abril de 1984 en Bogotá cuando se desempañaba como ministro de Justicia.
La diligencia, ordenada por un fiscal adscrito a la Dirección Nacional de Análisis y Contextos, tiene como finalidad verificar nuevas hipótesis frente a la investigación que se adelanta por este crimen, así como resolver dudas sobre las trayectorias de los disparos.
“De igual forma, se busca establecer si tal vez, como puede ser una hipótesis, en este homicidio no solo participaron los carteles sino si hubo connivencia de agentes del Estado y en concreto, si pudo haber proyectiles o balas provenientes incluso de la misma escolta del señor exministro”, afirmó el fiscal encargado Jorge Fernando Perdomo al término de la exhumación.
Perdomo indicó que a pesar de que haya pasado el tiempo, el ente acusador continuará investigando estos hechos porque el país, la familia y la memoria histórica merecen saber lo que realmente sucedió.
Desde que este caso fue declarado de lesa humanidad en 2012, la Fiscalía ha decretado más de 50 pruebas y diligencias que se están practicando, dentro de las que se incluye esta exhumación.
Los resultados de este procedimiento tardarán aproximadamente un mes, de acuerdo con lo manifestado por Perdomo.