El jefe negociador de las Farc, Iván Márquez, reconoció que la guerrilla cometió "errores", en una entrevista publicada por el diario español El País, pero afirma que "aún es posible llegar al acuerdo final en marzo".
"En la guerra se cometen errores y queremos decirle al pueblo colombiano: 'Cometimos errores, sí", afirmó Márquez, matizando que "la rebelión es un derecho".
"En el ejercicio de este derecho universal de levantarse contra regímenes tiránicos está que hayamos podido causar víctimas inocentes por errores que se presentan en la confrontación. Eso es lo que nos pone a pensar un poco", subrayó.
"Nuestra gran victoria tiene que ser la paz", aseguró Márquez, número dos de la guerrilla comunista colombiana, considerando que todavía hay margen para cumplir con el plazo del 23 de marzo para lograr una solución definitiva.
"Aunque hay temas complicados, aún es posible llegar al acuerdo final en marzo. Pero seguramente nos podemos extender un poquito más, los temas a discutir son complejos, de verdad", dijo Márquez a El País.
Para el dirigente guerrillero, "lo más difícil es el tema de la justicia".
Hasta el momento las FARC y el gobierno colombiano han alcanzado tres acuerdos (reforma agraria, drogas ilegales y participación política de los rebeldes); quedan por definir los relacionados con la reparación de las víctimas -actualmente en discusión- el desarme y el mecanismo de refrendación de los pactos.
"Ningún proceso había avanzado tanto en tan poco tiempo", dijo no obstante Márquez, quien sobre el tema del modelo de justicia afirmó que "la función de perseguir no es necesariamente cárcel, también está la reparación".
"Si no hay verdad es difícil que haya reconciliación", consideró, antes de afirmar que "han ocurrido cosas que no debieron ocurrir jamás, hechos no calculados, pero que afectaron de manera grave a la población civil. Hay que afrontar ese problema y decir: 'Sí, nos equivocamos aquí'".
Márquez también estimó que el expresidente colombiano, Álvaro Uribe, muy crítico con las negociaciones, no podrá quedarse al margen.
"Uribe va a tener que abrazar el anhelo colectivo de los colombianos de reconciliación y paz", sostuvo.