En aras de la transparencia es necesario realizar cambios drásticos en la financiación que hacen los privados a las campañas políticas, de tal forma que públicamente los aportantes digan a quién apoyan y los candidatos hagan lo propio en cuanto a los respaldos. Así lo indicó el director ejecutivo de Transparencia por Colombia, Gerardo Andrés Hernández Montes.
Añadió que el escándalo por los sobornos que pagó Odebrecht en Colombia para ganarse contratos de obra pública deja varias lecciones para prevenir, como sería en materia de campañas políticas establecer mecanismos de transparencia en la financiación proveniente del sector privado.
Al respecto Hernández Montes anotó que “una de las grandes lecciones del caso de Odebrecht es la forma como se está asumiendo el financiamiento de campañas políticas en nuestro país. Lo que hemos identificado en Transparencia por Colombia a través de distintos instrumentos es que gran parte de los empresarios que hemos encuestado identifican que el financiamiento de campañas es una forma de sobornos, es una forma a través de la cual busco hacer una inversión hoy para obtener un rédito mañana, y realmente ahí tenemos un problema, y el caso más concreto es lo que pasa con Odebrecht”.
Agregó el directivo que “estando ya en un periodo de campañas consideramos que es muy importante que haya un cambio drástico en la forma como actores que legítimamente están financiando campañas, respondan de manera transparente a quién están financiando, que los candidatos digan quiénes los están financiando y por lo tanto los ciudadanos conozcamos a favor de quién van a gobernar“.
Hernández señaló que el otro gran tema que debe llevar al país el escándalo de Odebrecht “es a seguir fortaleciendo los mecanismos de control en materia de contratación pública, probablemente no a través de más medidas normativas, de más requerimientos que muchas veces lo que hacen es generar más grietas para que la corrupción se cuele, sino a través de una acción mucho más decidida para prevenir casos de corrupción en el uso de recursos públicos”.
Añadió que la investigación que adelantan la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría General de la Nación por el caso Odebrecht “debería llegar no solamente a seguir destapando conexiones en el mundo público, en el mundo privado, que han afectado al país y que se han evidenciado en los últimos meses, pero que ojalá llegue sobre todo a un cambio de actitud, un cambio de aproximación y una responsabilidad mucho más fuerte de parte de aquellos que están aspirando al poder”.
Reforma política
El proyecto de reforma política y electoral que aprobó esta semana en primer debate la Comisión Primera de la Cámara se mete de lado con el tema de la financiación de los partidos, en gran medida precipitado por el escándalo de Odebrecht, no obstante deja intacto el actual modelo en el cual concurren la financiación estatal y la privada.
La iniciativa prohíbe a los ciudadanos exigir dádivas, donaciones o regalos a las campañas electorales y a las organizaciones políticas con el fin de ejercer el derecho al voto. Habrá incentivos para los ciudadanos, medios, movimientos y partidos políticos que contribuyan al control de recursos de las campañas.
El artículo 5 de este proyecto de reforma constitucional se refiere a la financiación de partidos con personería jurídica a quienes se les distribuirá el 30% en partes iguales entre todos los partidos, en 40% entre los partidos proporcional al número de curules obtenidas en las últimas elecciones al Congreso y el 10% se distribuye entre todas las colectividades en proporción al número de curules obtenidas en la última elección de concejo.
El 10% entre todos los partidos de acuerdo con las curules en la elección de Asambleas Departamentales, el 5% de acuerdo con el número de mujeres y jóvenes, siempre y cuando esos recursos se reinviertan en formación política, electoral y estrategias de comunicación que los fortalezca en la política.
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