El sindicato mayoritario de pilotos de Air France anunció el domingo el final de una huelga de dos semanas -"costosa y dañina" según la compañía-, pese a no lograr sus reivindicaciones respecto a las condiciones de desarrollo de la filial de bajo coste Transavia.
El tráfico volverá a la normalidad a partir del martes, anunció la empresa.
"Las condiciones para el diálogo social no están hoy por hoy reunidas. Hemos decidido asumir nuestra responsabilidad levantando la huelga", declaró a la AFP el portavoz del sindicato SNPL, Guillaume Schmid.
El portavoz dijo que el sindicato quiere "proseguir las conversaciones en un marco más tranquilo", después de que fracasara la última ronda de negociaciones con la dirección la madrugada de este domingo.
El paro, originado por el desarrollo de la filial de bajo coste Transavia, dejó en tierra a la mitad de los aviones de Air France desde el 15 de septiembre.
Con un 54% de pilotos todavía en huelga, la compañía ha previsto garantizar este domingo un poco menos de la mitad de sus vuelos (45%).
La dirección se felicitó por el final de la huelga, y lamentó la falta de un acuerdo con los sindicatos. No obstante, manifestó su voluntad de proseguir "el desarrollo acelerado de Transavia Francia", para hacer crecer el grupo.
A los pasajeros les indicó que "los vuelos anulados ya para el domingo 28 y el lunes 29 de septiembre seguirán anulados. El regreso a la normalidad se efectuará de manera progresiva a partir del martes 30 de septiembre", por cuestiones operativas.
La dirección lamentó también una huelga "costosa y dañina", que le ha supuesto pérdidas diarias al grupo de "20 millones de euros", es decir, hasta 280 millones en total.
Los pilotos han exigido estas dos semanas un contrato único para todos los pilotos de Air France y de Transavia, que la dirección del grupo quiere desarrollar para hacer frente a competidores low-cost como Ryanair y Easyjet.
Sin ese contrato único, los pilotos temen que acaben imponiéndose las condiciones de trabajo de Transavia, menos ventajosas que las de la casa matriz, al incluir más horas de servicio y menos sueldo.
La dirección propuso abandonar su proyecto de desarrollo de Transavia Europa, que preveía abrir bases de la filial en otros países del continente, con contratos locales, menos buenos que los de Air France.
Sin embargo, en ningún momento quiso ceder con la cuestión del contrato único.
"Nosotros hicimos concesiones sobre las condiciones de trabajo, pero lo que queríamos era que todo el mundo conserve un contrato Air France", dijo Schmid a la AFP.
- El gobierno se felicita -
El primer ministro, Manuel Valls, se felicitó por el fin del paro, después de haber presionado en ese sentido estos días.
El Estado francés tiene un 16% de participación en el grupo Air France-KLM, y el gobierno no ha dejado de presionar para que hubiera un acuerdo y se terminara con esta huelga, cada vez más impopular en Francia.
Este domingo, Valls pidió que la aerolínea retome "lo más rápido su desarrollo, en particular a través de su filial Transavia Francia, que es una ventaja innegable en el mercado low-cost, en pleno auge".
Previamente, Valls tachó de "egoísta" la actitud de los pilotos y les pidió renunciar al contrato único, incompatible con el modelo del bajo coste.