Varias personas murieron el jueves al término de la operación de las fuerzas especiales argelinas destinada a liberar a centenas de rehenes secuestrados por un comando islamista que se había atrincherado en una planta de gas en el centro este de Argelia, indicó la prefectura regional citada por la agencia nacional APS. Por el momento no se conoce el balance exacto del asalto de las fuerzas argelinas de la planta de In Amenas, ocupada por un comando de un grupo cercano a Al Qaida. Poco antes, el ministro argelino de Comunicación, Mohamed Said había anunciado que varios rehenes había muerto y varios "terroristas neutralizados".
Liberan 600
Una fuente islamista anunció la muerte de al menos 34 rehenes extranjeros y 15 secuestradores, tras un ataque del ejército argelino, que logró liberar a 600 argelinos, retenidos por un comando islamista en una planta de gas del sureste de Argelia, según APS.
Ninguna otra fuente confirmó estos datos, pero París, Oslo y Londres sí confirmaron que se estaba desarrollando una operación.
"Treinta y cuatro rehenes y 15 de los secuestradores murieron en un bombardeo (aéreo) del ejército argelino", declaró un portavoz del grupo islamista a la agencia mauritana Nouakchott information (ANI). El jefe del grupo islamista asaltante, Abu Al Baraa, figura entre los muertos, según esta fuente.
Otros 7 rehenes occidentales -tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico- siguen vivos y sobrevivieron al ataque del ejército argelino, agregó.
Cuatro rehenes extranjeros fueron liberados en esa intervención contra los islamistas que reclaman el fin de la intervención militar francesa en Malí. Se trata de dos británicos, un francés y un keniano, según la agencia argelina APS, que también anunció la liberación de 600 rehenes argelinos.
Según Dublín, un rehén con pasaporte irlandés originario de Irlanda del Norte ha recuperado la libertad y se encuentra "sano y salvo".
En la instalación de gas del Sahara argelino, a unos 1.300 km al sudeste de Argel, helicópteros del ejército de este país abrieron fuego, según ANI.
Los islamistas atrincherados en la planta también indicaron que el ejército argelino había lanzado un ataque terrestre. "Aviones de combate y unidades terrestres iniciaron un intento de tomar por la fuerza el complejo", indicó un portavoz de los secuestradores a ANI, que amenazó con "matar a todos los rehenes" si las fuerzas argelinas entraban en la planta de gas.
El portavoz islamista afirmó que el comando estaba intentando "trasladar a los rehenes a un lugar más seguro a bordo de vehículos" cuando el ejército argelino lo bombardeó.
Más de 24 horas desde el inicio de la toma de rehenes el número exacto así como la nacionalidad de los rehenes quedan por precisar. Pero habría al principio más de 40 occidentales, entre ellos siete estadounidenses, dos británicos, así como japoneses, un irlandés, un noruego y al menos 150 argelinos.
Antes del ataque del ejército argelino, 15 rehenes extranjeros consiguieron huir, informó la cadena privada argelina Ennahar.
Poco antes, 30 argelinos secuestrados habían conseguido también escapar, según la prefectura de la región, cercana a la frontera con Libia.
Argelia había excluido cualquier negociación con los secuestradores, que afirmaron proceder del vecino Malí y reaccionar a la "cruzada de las fuerzas francesas en Malí".
Los secuestradores se presentaron como los "Signatarios por la sangre", nombre de la katiba (unidad combatiente) del argelino Mokhtar Belmokhtar, apodado "el tuerto" o "Mister Marlboro" por sus supuestos tráficos de cigarrillos.
Aunque los asaltantes aseguraron venir de Malí, ubicado a más de 1.200 km de distancia, el ministro argelino de Interior lo desmintió y afirmó que eran de la región y deseaban "salir del país con los rehenes, lo que no es aceptable para las autoridades argelinas".
Según un empleado del lugar, que requirió el anonimato y pudo escuchar las conversaciones con los secuestradores, éstos "piden la liberación de 100 terroristas detenidos en Argelia" a cambio de los rehenes.
Según expertos, dada su complejidad, semejante operación fue preparada desde hace tiempo, antes de la intervención francesa en Malí, pese a ser presentada como una represalia a la guerra que libra París en el país africano.
Francia anunció el jueves su decisión de reforzar su despliegue en Malí, con el envío de 1.400 militares suplementarios y de helicópteros de combate. Un nuevo enfrentamiento se produjo durante la noche entre soldados franceses y malíes contra combatientes islamistas cerca de Konna (centro).
La toma de esta ciudad el 10 de enero por los islamistas que ocupaban el norte provocó los bombardeos aéreos franceses, y luego posteriores operaciones terrestres.
Entretanto, en Bamako, la llegada de un primer contingente nigeriano de la fuerza de intervención de Africa Occidental se producirá este jueves.
Cerca de 2.000 soldados de la Misma (Fuerza internacional de apoyo a Malí) serán desplegados antes del 26 de enero en Bamako, según decidieron el miércoles los jefes de Estado mayor de la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste (CEDEAO).
AFP