Un jurado federal estadounidense absolvió al expresidente de la Federación Peruana de Fútbol Manuel Burga en el juicio por corrupción en la FIFA que se lleva a cabo en Nueva York.
Cuatro días después de declarar culpables por el mismo caso al brasileño José María Marín y al paraguayo Juan Ángel Napout, el jurado encontró no culpable al peruano Manuel Burga, de 60 años, por el delito de asociación para delinquir, confirmó un vocero de la Fiscalía general de Brooklyn.
El jurado declaró culpables a Napout, de 59 años, expresidente del fútbol de Paraguay y extitular de la Confederación Sudamericana de fútbol (Conmebol), y Marín, de 85 años, exjefe del fútbol brasileño, de asociación para delinquir, lavado de dinero y fraude bancario.
Luego de las fiestas de Navidad, el jurado volvió este martes a deliberar y llegó a la conclusión de que Burga aceptó 4,4 millones de dólares en sobornos que nunca recibió porque estaba bajó investigación en Perú, su país natal, por lavado de dinero.
Su absolución llega más de dos años después de que Estados Unidos sacara a luz el mayor caso de corrupción en la historia del fútbol mundial, conocido como Fifagate.
“Regreso a mi patria, tengo mucho que hacer allá. No tengo sentimiento de venganza ni de revancha”, dijo Burga a periodistas a la salida del juzgado neoyorquino en declaraciones difundidas por la televisión peruana.
Visiblemente emocionado y delgado, Burga, que dirigió a la FPF entre 2002 y 2014, señaló que “Dios iluminó al jurado para que se diera un veredicto que yo esperaba desde hace 2 años y 22 días”. Ese lapso es el que pasó detenido en Lima y bajo libertad restringida en Nueva York.
Napout y Marín no corrieron con la misma suerte y tras ser declarados culpables, la jueza Pamela Chen decidió su encarcelamiento inmediato, ignorando los ruegos de su defensa.
“No creo que tenga sentido aplazar un encarcelamiento que tendrá lugar”, dijo la jueza.
“Los acusados enfrentan sentencias potencialmente muy significativas” de al menos 10 años según las normas federales, dijo Chen, que puede de todos modos aplicar la sentencia que le parezca más conveniente.