La FIFA confirmó oficialmente las candidaturas de los cinco aspirantes a la presidencia de la institución (Gianni Infantino, el jeque Salman, el príncipe Ali, Tokyo Sexwale, Jérôme Champagne), justo a un mes de las elecciones, previstas para el 26 de febrero en Zúrich.
La Comisión Electoral "admitió oficialmente" a los cinco candidatos, anunció la Federación Internacional de Fútbol en vistas a la sucesión de Joseph Blatter, presidente dimisionario y actualmente suspendido ocho años. Todo ello en una organización que se enfrenta a la mayor crisis de su historia, tras la revelación el pasado año de escándalos de corrupción a gran escala.
El suizo Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, y el jeque bahreiní Salman Bin Ibrahim Al Khalifa, presidente de la poderosa Confederación Asiática de Fútbol (AFC), se perfilan como favoritos.
Menos opciones parecen contar a un mes de la elección el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, candidato derrotado por Blatter en las elecciones de mayo de 2015, el empresario sudafricano Tokyo Sexwale y el frances Jérôme Champagne, exsecretario general adjunto de la FIFA.
Las cinco candidaturas habían sido ya validadas en noviembre tras un examen de integridad de la Comisión de Ética de la FIFA.
Michel Platini, presidente electo de la UEFA y que esperaba poder presentarse a la carrera por dirigir la FIFA, renunció en enero a ese objetivo. El exfutbolista francés fue suspendido el 21 de diciembre ocho años por la Comisión de Ética de la FIFA por el cobro controvertido de 1,8 millones de euros en 2011 de manos de Joseph Blatter, igualmente suspendido ocho años, supuestamente por un trabajo de asesoría concluido una década antes sin mediar contrato escrito.
Desde el anuncio sorpresa en junio de Blatter sobre su próxima marcha, apenas cuatro días después de ganar la elección para un mandato hasta 2019, la FIFA no deja de alimentar la crónica judicial.
A las detenciones de varios dirigentes o exdirigentes de su Comité Ejecutivo y de federaciones nacionales a pedido de la justicia estadounidense se añadió la imputación en septiembre de Blatter por parte de la justicia suiza, por gestión desleal y abuso de confianza.