El ‘aquí estoy y aquí me quedo’ del suizo Joseph Blatter, reelegido en la presidencia de la FIFA el pasado viernes, terminó ayer con su renuncia tras 17 años al frente de la rectora del fútbol mundial y arrastrado por un escándalo de corrupción del que cada día se conocen más detalles e involucrados.
Pero el dirigente no se irá de inmediato pese a que anunció la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir al nuevo patrón del fútbol mundial.
La elección del sucesor tendrá lugar en diciembre de este año o en marzo del próximo, por lo que por ahora solo emergen como candidatos Michel Platini, quien no se lanzó para esta ocasión pero es considerado como el idóneo, así como Luis Figo, el príncipe Ali y, tal vez, el holandés Michael van Praag.
Blatter, de 79 años y en el cargo desde 1998, había sido reelegido para un quinto mandato el pasado viernes en Zúrich en un congreso marcado por la detención de varios dirigentes acusados de corrupción.
Con el paso de los años y los casos de corrupción, Blatter se había apropiado de la metáfora del capitán que no abandona el barco para mantenerse en el cargo contra viento y marea. Pero en esta ocasión, la tormenta se lo acabó llevando.
“Aunque fui reelegido, no tenía el apoyo de todo el mundo del fútbol”, dijo Blatter en referencia, sobre todo, a la oposición de la confederación europea (UEFA) a su reelección.
“Voy a continuar ejerciendo mis funciones hasta entonces y me libero a partir de ahora de las obligaciones de unas elecciones”, explicó Blatter. “Me voy a concentrar en la puesta en marcha de una reforma ambiciosa de la institución”, precisó en su discurso con el que anunció su partida ayer en Zúrich.
El dirigente suizo justificó su decisión en la necesidad de que la FIFA “necesita una profunda renovación frente a los desafíos que no se detienen”.
Escándalo salpica a Valcke
“El próximo congreso ordinario de la FIFA estaba previsto para el 13 de mayo (de 2016) en México, pero esperar tanto tiempo no hubiese hecho más que alargar los problemas y por ello he pedido la convocatoria de un congreso extraordinario”, explicó Blatter, que no aceptó preguntas de los periodistas.
Su renuncia se produce horas después de que el diario estadounidense The New York Times informara de que el francés Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA y mano derecha de Blatter, transfirió US$10 millones a cuentas administradas por el exvicepresidente de la Concacaf, Jack Warner, imputado por la justicia estadounidense.
Horas después, la FIFA admitió en un comunicado haber hecho una transferencia de US$10 millones “para el desarrollo del fútbol en el Caribe”, pero negó que Valcke estuviera implicado.
Sin embargo, la última réplica del terremoto que sacudió a la FIFA hace justo una semana fue la definitiva. Ese día, la policía suiza detuvo, a instancias de las autoridades judiciales estadounidenses, a siete dirigentes de la entidad, entre ellos dos vicepresidentes del organismo, en un hotel de Zúrich, acusados de haber recibido US$150 millones en sobornos.
Las autoridades estadounidenses imputaron a nueve miembros o ex miembros de la rectora del fútbol, varios de ellos pertenecientes a la Conmebol (Suramérica) y la Concacaf, y cinco personas relacionadas con el fútbol de hechos de corrupción que se remontan a 25 años atrás.
En proceso
Ese mismo miércoles, en otra investigación diferente, las autoridades suizas registraron la sede de la FIFA en Zúrich en el marco de una demanda penal por “blanqueo de dinero y gestión desleal” relacionadas con la elección de Rusia y Catar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
Pese a todo, Blatter no solo decidió aguantar, sino que fue reelegido el viernes para un nuevo mandato, en unas elecciones en las que el príncipe Ali le obligó a ir a una segunda vuelta, que no acabó celebrándose por la retirada del aspirante dada la diferencia de votos del primer turno a favor del suizo (133 a 73).
Blatter entró en la FIFA en 1975, primero como director técnico hasta 1981 y luego como secretario general hasta 1998, cuando ascendió a la presidencia.
Ahora el dirigente suizo se va, pero conserva todas sus competencias hasta el congreso electivo donde cederá su cargo.
El proceso viene marcado por el artículo 24 de los estatutos de la FIFA y Blatter tendrá que citar un comité ejecutivo extraordinario “lo antes posible” con el fin de convocar posteriormente un congreso extraordinario, que debería celebrarse entre diciembre de 2015 y marzo de 2016.
En cuanto la fecha del congreso electivo se conozca, los aspirantes a la presidencia podrán presentar sus candidaturas. “Se puede declarar cuatro meses antes de la elección”, apuntó esta fuente de la FIFA.
Entre tanto, la fiscalía suiza anunció que “la dimisión de Blatter no afecta al proceso penal” en curso y subrayó que el hasta ahora presidente de la FIFA no “está procesado” por el momento.
“El MPC (ministerio público de la Confederación o fiscal general) ha abierto un proceso penal contra X por sospechas de gestión desleal y blanqueo de dinero”, indicó en el comunicado.
“Por esta razón, Joseph Blatter no tiene estatuto de procesado, su dimisión anunciada no afecta al proceso penal”, añadió el texto.
El portavoz del fiscal, André Marty, afirmó que Blatter no ha sido por el momento interrogado por las autoridades suizas, pero que podría serlo “en cualquier momento” si es necesario.
Según medios de ese país el FBI y fiscales están tras la pista del saliente presidente de la FIFA.
Ayer, diferentes medios de comunicación de Estados Unidos informaron que Blatter es investigado por corrupción por las autoridades federales y es considerado “eje de una investigación federal por corrupción”.
“Una decisión difícil”
La dimisión de Blatter generó reacciones y en su mayoría coinciden en que fue acertada. “Es una decisión difícil, valiente, pero es la decisión correcta”, valoró en un comunicado el presidente de la UEFA Michel Platini, que se había opuesto a la reelección del dirigente suizo y quien emerge como el gran favorito a sucederlo.
“Le pedí que dimita, ya es suficiente. Sepp Blatter me escuchó, pero dijo que es demasiado tarde”, explicó Platini, que solicitó el voto para el rival de Blatter el viernes en las elecciones presidenciales de la FIFA, el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein.
“Excelente para el fútbol”, dijo, por su parte, una de las personas más críticas con su liderazgo, el presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), Greg Dyke.
“Es una hermosa tarde. Creo que es brillante para el mundo del fútbol. Es el comienzo de algo nuevo. FIFA debe reestructurarse. Poner en cuestión su transparencia en el futuro, pero esto (dimisión Blatter) es una excelente noticia”, comentó Dyke.
“Cuando me fui el viernes (reelección Blatter), me dije que esto no estaba terminado, pero no pensé que se acabaría tan rápido. ¿Por qué no renunció la pasada semana? claramente debe haber una evidencia tangible por alguna parte. No fue honorable durante años, pero ya se fue, celebremos” prosiguió el jefe de la FA.
El presidente de la federación Francesa de Fútbol, Noël Le Graët, declaró que la renuncia de Blatter propiciará volver a comenzar “con nuevas bases”.
“¡Mejor noticia de los últimos tiempos! La renuncia de Joseph Blatter al cargo de presidente de la FIFA representa el inicio de una nueva era para el fútbol mundial. Todos los gestores corruptos de las confederaciones en el mundo sentirán su caída como un tsunami. Espero ahora que las aguas de esta gran ola sean suficientes para barrer con toda la corrupción liderada por la mayor entidad del fútbol”, escribió, a su vez, el brasileño Romario en su cuenta en Facebook.
El polémico exarquero paraguayo José Luis Chilavert, entre tanto, dijo que la dimisión de Blatter también debe inducir a cambios en la Confederación Suramericana de Fútbol y en las federaciones de los países de la región.
“Lo vengo denunciando desde hace mucho tiempo. Que Blatter haya renunciado le hace bien al futbol. En su momento nos trataron de bocón, que no tenemos argumentos, que nosotros queremos asaltar la Conmebol...”, dijo Chilavert.
“Es trágico que no lo haya hecho antes, para él y para nosotros”, indicó el presidente de la Federación alemana de fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach. Y agregó: “Su partida “no resuelve todos los problemas”.
El presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (US Soccer), Sunil Gulati, dijo que “representa una oportunidad excepcional e inmediata para un cambio positivo” dentro del organismo.
La única que no celebró la decisión de Blatter fue Rusia, que se limitó a decir que tiene como objetivo mantener la unión del máximo órgano del mundo del fútbol.
Rusia acogerá el Mundial en 2018, pero tanto ese torneo como el de 2022 previsto en Catar son objeto de polémica y de investigaciones internacionales, como parte del escándalo de corrupción que sacude a la FIFA.
“Para mí, su dimisión fue una sorpresa total”, señaló el ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko./ENS-AFP
El suizo Joseph Blatter anunció su salida de la presidencia de la FIFA cinco días después de haber sido reelegido para un quinto periodo./AFP