El líder cubano Fidel Castro anunció que "gustosamente" se reunirá este miércoles con el papa Benedicto XVI, que visita la isla, en un artículo publicado anoche.
"Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II (en 1998), un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaban invariablemente sentimientos de afecto", escribió Castro, de 85 años, retirado de su cargo de gobernante desde 2006.
"Decidí por ello solicitarle unos minutos de su muy ocupado tiempo cuando conocí por boca de nuestro canciller Bruno Rodríguez que a él le agradaría ese modesto y sencillo contacto", añadió Castro, en una "reflexión" publicada en el portal oficialista Cubadetabe.
El Papa, que culminará hoy una visita a la isla iniciada el lunes, se reunió este martes con el gobernante cubano Raúl Castro, a quien su hermano Fidel entregó el mando por enfermedad en 2006.
Entre tanto ayer, en la jornada más política de su visita, Benedicto XVI se reunió con el presidente Raúl Castro en La Habana en la que un alto funcionario cubano descartó cualquier reforma política, a pesar del llamado papal a construir "una sociedad abierta y renovada".
El encuentro privado duró una hora y terminó con un intercambio de obsequios, en medio de especulaciones de que el Papa pueda reunirse también anoche u hoy con Fidel Castro.
Hasta el momento no hubo comunicado oficial sobre lo discutido en la reunión, realizada al final de la tarde en el Palacio de la Revolución, centro del poder comunista. Pero Benedicto XVI y Raúl Castro probablemente abordaron las relaciones entre el gobierno y la Iglesia, interlocutora política privilegiada, 14 años después de la histórica visita de Juan Pablo II.
Raúl Castro le regaló una escultura metálica de la Virgen de la Caridad del Cobre de un metro y medio. Mientras, el pontífice le obsequió un enorme libro, réplica de la "Geografía" del astrónomo y geógrafo greco-egipcio Ptolomeo (100-170 DC).
En el Palacio se desarrolló simultáneamente un encuentro entre el secretario de Estado (número dos) del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, acompañado de su "ministro de relaciones exteriores", monseñor Dominique Mamberti, y el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.
Los temas candentes -presos políticos, levantamiento del embargo estadounidense contra Cuba, mayores derechos para los católicos en campos como la enseñanza- fueron abordados en la reunión.
Antes de viajar a La Habana, el Papa visitó ayer el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad en El Cobre, patrona de Cuba, a 30 km de Santiago, donde rezó por los cubanos "privados de libertad".
Aunque no hay ninguna reunión prevista entre el pontífice y la disidencia, su presencia en la isla elevó la temperatura en la oposición.
Según un grupo de oposición, unos 150 opositores fueron arrestados de manera preventiva en los últimos días para impedir que se manifiesten y los teléfonos de muchos disidentes "han sido desconectados".
"Como parte de las medidas represivas adoptadas por el régimen, varios centenares de teléfonos fijos y celulares de disidentes, periodistas independientes, bloggers y otros activistas de la sociedad civil han sido desconectados", denunció la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos, que encabeza el disidente Elizardo Sánchez.
Al menos tres embarcaciones con exiliados cubanos anticastristas zarparon desde Florida para acercarse a unos 20 km de las costas cubanas durante la reunión del Papa con Raúl Castro, dijo el activista Rafael Tur.
El Papa, que llegó a la capital al mediodía desde Santiago de Cuba, al otro extremo de la isla, tenía programado cenar el martes con los 14 obispos cubanos, incluido el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana.
Raúl Castro, de 80 años, saludó calurosamente al Papa este martes. El lunes le había dado la bienvenida en el aeropuerto y asistió en primera fila a la misa campal de Santiago de Cuba, sin comentar las declaraciones que el Pontífice formuló en su vuelo a México el viernes, cuando instó a los cubanos a dejar de lado el marxismo, que "no corresponde ya a la realidad", y a buscar "nuevos modelos".
El Papa también llamó a construir "una sociedad abierta y renovada", pero este martes otro vicepresidente cubano, Marino Murillo, descartó toda reforma política en la isla, último bastión del comunismo en Occidente, al responder preguntas de la prensa sobre esas palabras.
"En Cuba no va a haber una reforma política, en Cuba estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano, que haga nuestro socialismo sustentable", dijo Murillo, quien dirige la reforma económica de Raúl Castro.