El proteccionismo de EU y la baja actividad comercial con Venezuela y Ecuador, podrían afectar las cifras del país. La construcción de 4G no arranca y sectores industriales tienen muchos problemas. Colombia crece más que sus vecinos.
_______________
La recuperación de la actividad productiva del país está condicionada a un mejor desempeño tanto de las economías avanzadas como de las emergentes. De acuerdo con el informe de Prospectiva Económica de Fedesarrollo -que bajó su previsión del PIB a 2%-, se espera que el mejor crecimiento esté liderado por Estados Unidos, pero también se vislumbra un mejor dinamismo en países europeos y en Japón, al materializarse la recuperación en la producción manufacturera y el comercio.
Respecto a Colombia, aunque existen factores propicios para el crecimiento de 2017 como las mejores condiciones climatológicas, un mejor panorama en los precios de los commodities y una recuperación del aumento de los socios comerciales, siguen habiendo riesgos a la baja.
Entre los riesgos externos se destaca la incertidumbre global, pero especialmente lo alusivo a la política monetaria y comercial de Estados Unidos, además de la recesión en varios de los principales socios comerciales de Colombia, en particular Venezuela y Ecuador.
A esos elementos se unen varios factores domésticos como la lenta reacción de las tasas de interés del crédito de consumo a la relajación de la política monetaria, las pobres perspectivas de la construcción de edificaciones en un entorno de baja confianza de los consumidores y los empresarios y la incertidumbre alrededor del desempeño del sector de obras civiles, asociada a los riesgos de ejecución de las obras de concesión de cuarta generación (4G) y al aumento de los ataques a la infraestructura petrolera.
Según el tanque de pensamiento, pese al pobre crecimiento del primer trimestre de 2017, a partir del segundo semestre del año esperamos que la economía colombiana se reactive lentamente y que alcance una tasa de crecimiento del orden de 2%, similar a la del 2016.
Lo anterior irá en línea con la prolongación del repunte de la actividad agrícola, un desempeño menos adverso del sector minero, una paulatina mejora en la confianza de los consumidores y empresarios que impulsen la demanda interna y una mayor ejecución de obras civiles
Construcción defrauda
Para Fedesarrollo, uno de los sectores que defraudó a los analistas fue Construcción, del que se esperaba tuviera un comportamiento muy favorable en 2017, especialmente por el comportamiento previsto de las obras civiles.
El subsector de obras civiles efectivamente registró una expansión de 3,5%, 4 puntos porcentuales por encima del crecimiento del primer trimestre de 2016, lo que puede ser resultado de un mayor nivel de pagos realizado a los contratistas en carreteras y otras obras de infraestructura pública.
Sin embargo, el incremento del indicador de inversión en obras civiles en el primer trimestre de 2017 fue considerablemente más bajo, en parte por cuanto la inversión en minería siguió contrayéndose, aunque a una tasa considerablemente menor que la del 2016.
Por su parte, en el subsector de edificaciones el desempeño en lo corrido del año ha sido más débil de lo esperado.
Tal comportamiento podría ser explicado por el escenario poco favorable de la demanda de vivienda No VIS, como respuesta a un escenario de bajo crecimiento económico y bajo nivel de confianza de consumidores y empresarios tras un auge prolongado que llevó los precios de la finca raíz a niveles atípicamente altos.
“El crecimiento ponderado del PIB de las seis economías más importantes de América Latina en 2016 fue de -0,7%.”
Así, en el primer trimestre de 2017 el sector de edificaciones decreció 7,1%, explicado por la contracción de edificaciones residenciales (-8,4%) y no residenciales (-7,8%). Esto último es consecuente con los resultados de los indicadores de construcción del primer trimestre del año.
Específicamente, se destaca la caída de 8,4% en el área causada frente al primer trimestre de 2016 y de 8,8% frente al trimestre inmediatamente anterior. Adicionalmente, el área culminada también presentó una caída anual de 14,9%, explicada por la contribución negativa de vivienda (-10,9 pps).
Industria, leve crecimiento
Por su parte, en el primer trimestre de 2017 la industria presentó un crecimiento ligeramente positivo (0,3%), 2,4 puntos inferior al del mismo periodo del año anterior.
Se destaca que de los 24 subsectores, únicamente 10 presentaron tasas de crecimiento positivas. De estos, la refinación fue la que mayor contribución tuvo al aumento de la industria, aportando 1,2 puntos, seguida por la fabricación de sustancias y productos químicos y la elaboración de aceites, grasas animales y vegetales, cacao, chocolate, productos de confitería y otros productos alimenticios, cada uno con una contribución de 0,3 puntos.
Como contraparte, los subsectores que más restaron al crecimiento industrial fueron la fabricación de productos metalúrgicos básicos (-0,6 pps) y la elaboración de bebidas (-0,4 pps).
Dentro de los sectores con contracciones más moderadas en el primer trimestre de 2017, se destacan los servicios públicos, el comercio y el transporte.
La desaceleración de los servicios públicos responde a la caída en la generación, captación y distribución de energía eléctrica (1,8%) que contrarrestó la expansión de gas domiciliario y del servicio de acueducto y alcantarillado.
Por el lado del comercio, la contracción se explica por las contribuciones negativas de las ramas de comercio y de hoteles, bares y restaurantes (-0,7 pps).
Finalmente, la rama de transporte y comunicaciones decreció por la caída de 2,3% en los servicios de correo y telecomunicaciones
Síganos en nuestras redes sociales:
Periódico El Nuevo Siglo en Linkedin
El entorno
En América Latina el crecimiento ponderado del PIB de las seis economías más importantes en 2016 fue de -0,7%, explicado por la debilidad de la demanda interna, como consecuencia de la desaceleración del consumo y de la inversión privada, que no fue compensada por la contribución positiva de la demanda externa.
Para 2017 se espera una mejoría, especialmente por la recuperación gradual de Brasil y de Argentina.
No obstante, en el primer trimestre del año el crecimiento de los principales países de América Latina presentó un comportamiento desigual. La economía chilena creció apenas 0,1% por la incidencia negativa de la contracción de la actividad minera.
Por otro lado, México y Perú exhibieron un comportamiento relativamente favorable, con tasas de crecimiento de 2,5% y 2,1% respectivamente.
A pesar de las condiciones climáticas desfavorables del primer trimestre, Perú logró impulsar el crecimiento a través de un mayor consumo privado y un mayor dinamismo de las exportaciones. Por su parte, Brasil creció a una tasa de 1,0% después de dos años de contracción en el PIB.