Replantear la semana de receso escolar para que los padres de familia puedan estar con sus hijos propusieron congresistas y sindicalistas.
Las propuestas van desde correr los festivos hasta ampliar las vacaciones en enero.
El problema afecta a los trabajadores a todo nivel. El ministro de Trabajo, Rafael Pardo, le expresó a EL NUEVO SIGLO que él mismo no sabe qué hacer para estar con sus hijos en esta época.
“Estoy en ese problema. Hay unas intensiones loables en el tema de las semanas de receso y creo que ayudan a muchos temas como el turismo. Pero a los padres nos ponen en una encrucijada, en cómo estar con sus hijos y seguir laborando”, anotó.
Pardo señaló además que lo que se debe es mirar como pueden ser las empresas más flexibles, porque las personas tienen que trabajar y no pueden dejar el trabajo así como así: “Yo estoy en ese dilema y ojalá pudiera estar con mis hijas”.
De todas maneras el ministro Pardo concluyó que va a estudiar el tema para que no exista ese tipo de dilemas y dijo que abrir más festivos puede ser malo para el tema económico.
Ante estos conflictos, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), Luis Miguel Morantes, coincidió con Pardo en que se deben buscar alternativas para que los padres puedan estar con sus hijos.
“Habrá que buscarle una salida y vamos a pensar en propuestas correspondientes, porque si hay receso escolar lo mejor es que los hijos estén con los padres”, le manifestó a este Diario.
Morantes agregó que dejar a los niños sin la compañía de los padres es peligroso, por eso es importante estudiar temas y que los empleadores sean más flexibles porque son quienes deben prestar el concurso para que el receso tenga una mejor utilización del tiempo.
Entre tanto, la ministra de Educación Nacional, María Fernanda Campo, anotó que el llamado también es para las empresas para que flexibilicen los horarios.
“Eso hace parte de las autonomía de las empresas del sector productivo, pero hay un marco jurídico que le permite flexibilizar la jornada laboral, y esa sería una invitación”, señaló la alta funcionaria en diálogo con este Diario.
El secretario de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), Enrique Contreras le dijo a este Diario que en efecto esta semana fue por una mediada folclórica que se tomó y que no tiene razón de ser.
Contreras anotó de la misma manera que la solución es que el Gobierno decrete vacaciones colectivas para todos los empleados públicos: “Podrían ser una o dos semanas de receso”.
También los legisladores consideraron que la semana de receso está mal concebida porque lo que está generando es un problema mayúsculo.
El senador Luis Carlos Avellaneda, elegido con aval del Polo Democrático pero afín al movimiento Progresistas, manifestó que la semana de receso ha sido un gran error porque se plantean unas vacaciones sin que los padres puedan salir de sus trabajos.
“Creo que en esta semana lo que estamos haciendo es dejando a los niños desprotegidos, porque ni están con los profesores ni están con los padres de familia”, expresó Avellaneda, indicando que es mejor ampliar la época de vacaciones de los niños y ampliar la época de los profesores porque a ellos también se les ha recortado el descanso.
Félix Valera, senador del Partido Verde, manifestó que esta semana de receso hay que replantearla porque en términos de vacaciones se vuelve inoperativo, porque no concuerda con el tiempo de descanso de los padres.
“La solución está en que estos términos se les da a los niños para que coincida con las de los padres. La sugerencia es que se prolonguen los fines de semana en estos días”, le recalcó a este Diario.
Por su parte, el senador Jorge Ballesteros, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), cree que es un tema complicado porque realmente es algo esta perjudicando a los padres de familia. “Esa es una preocupación de todos y debemos revisar esta normatividad”, dijo.
El representante Guillermo Rivera, del Partido Liberal, destacó que el propósito por el cual está establecida la semana de receso, que es permitir la integración familiar, no se está cumpliendo, porque los padres tienen que trabajar. “Por medio de una ley se debería replantear la semana de receso de tal manera que se asegure que unos de los padres pueda compartir la semana con los hijos”, puntualizó.
El senador Carlos Ferro recordó que la semana se hace para que los hijos puedan estar con sus hijos, pero la situación laboral de los padres lo que esta generando es un problema: “Creo que los empleadores deben ayudar a que estén con los estudiantes”.
La semana de receso estudiantil se establece mediante el Decreto 1373 y va dirigido a todos los establecimientos educativos oficiales y privados y comprende los cinco días hábiles de la semana anterior a la conmemoración del descubrimiento de América.
Según la normatividad, el número de 40 semanas de estudio establecidas en la Ley General de Educación y las 12 semanas de receso estudiantil siguen siendo exactamente las mismas pero de acuerdo con el nuevo decreto serán distribuidas de una manera diferente. También se mantiene el mismo número de 7 semanas de vacaciones para los docentes y directivos.
Dada la complejidad de las zonas rurales, las secretarías de educación podrán adoptar, de acuerdo con sus circunstancias locales, un calendario especial para los establecimientos que cuentan con internados.
Los docentes van a contar con un total de cinco días para realizar un trabajo pedagógico fundamental para el mejoramiento de la calidad educativa.
Según el Ministerio de Educación estos días constituyen una oportunidad de reflexión sobre la situación de los estudiantes sobre la organización de actividades especiales para garantizar que todos los educandos alcancen el nivel de competencias previsto en los planes de estudio.
En esta semana también podrán realizar reuniones con los padres de familia y con los representantes de las organizaciones culturales, deportivas, económicas, entre otras.
ANÁLISIS
Del dicho al hecho…
Es claro que cuando en 2007 se expidió el decreto 1373, que establece la semana de receso escolar en octubre, el objetivo en modo alguno era complicarle la vida a los padres de familia o a las mismas empresas. Sin embargo, en el día a día, la realidad es otra.
Hoy muchos patronos no tienen más remedio que permitir que sus empleados lleven los hijos al sitio de trabajo o darles permisos forzados (o incluso tolerar ausencias débilmente sustentadas), lo que complica el ritmo productivo y cumplir unas metas de gestión ya de por sí difíciles de alcanzar en un país que tiene más de 20 días festivos al año, superado apenas por Argentina a nivel latinoamericano.
Además, hay padres de familia que denuncian que el decreto no se está cumpliendo puesto que la de octubre se convirtió en una semana de vacaciones general, es decir para estudiantes, docentes y directivos, pese a que inicialmente se establecía que durante estos cinco días los profesores y personal administrativo debían dedicarse a “desarrollo institucional”, es decir capacitación, evaluación de trabajo pedagógico, ajustes a planes de estudio y otras actividades relacionadas.
También se quejan los padres de familia de que sumando los puentes festivos, más las dos semanas de receso (Semana Santa y la de octubre –antes de la festividad del 12 de octubre-) no se cumple el calendario escolar que establece, según la Ley General de Educación, 40 semanas de estudio y 12 semanas de receso estudiantil. También se establece que debe haber 7 semanas de vacaciones para los docentes y directivos y otras 5 semanas de desarrollo institucional, pero incluyendo la de octubre.
Es más, inicialmente se optó por organizar una “semana cultural”, en la que los estudiantes asistían pero no a actividades académicas sino lúdicas. Sin embargo, luego -incluyendo universidades- todo derivó a una semana estrictamente vacacional.
Pero lo más complicado continúa siendo que el calendario laboral no tiene en cuenta esta semana de receso. La falta de concordancia entre el ritmo de empresas y oficinas con las ‘mini-vacaciones’ estudiantiles de octubre se ha denunciado desde hace varios años y hasta el momento Estado, sector educativo, sindicatos y patronos no han encontrado una solución efectiva. Y ello pese a que los sectores turísticos, de transporte y hoteleros ya incorporaron esta semana de receso a lo que se llama “alta temporada” y ofrecen planes y ofertas especiales.
¿Qué hacer? ¿Anular algunos festivos y sumarlos en esta semana de octubre para que los padres puedan estar con los hijos? ¿Variar el periodo de vacaciones laborales ordinarias? ¿Expedir una norma legal flexible que permita dar permisos o establecer turnos obligatorios en empresas y oficinas sin que ello signifique afectar la productividad laboral?... Hay alternativas pero lo importante es que se aboque alguna de forma definitiva.