Ayer ocurrió lo que, en medio de la inusual campaña presidencial en Estados Unidos, se creía improbable. Donald Trump pasó en algunas encuestas a Hillary Clinton, tras el anuncio el viernes pasado del director del FBI, James Comey, quien envió al Congreso una carta anunciando que encontró nuevos mensajes de correo electrónico que se suman a la investigación contra la candidata demócrata.
Este anuncio, que cayó como un baldado de agua en la campaña de Clinton, puede ser visto como una de las explicaciones del ascenso de Trump en las encuestas. La carta fue enviada a tan sólo ocho días de las elecciones generales, lo que algunos, en especial los demócratas, han considerado como una intromisión del FBI en las elección presidencial.
Según la revista TIME, el FBI históricamente nunca ha hecho referencia pública sobre las investigaciones que están en curso, menos si se trata de una candidata a la presidencia, como Clinton, que goza de un margen importante de victoria. Aunque se cree que en esta oportunidad, Comey, de tendencia republicana, envió la carta al congreso por su criticado manejo de los correos electrónicos, que finalmente lo llevó a decir que conocía nueva información, faltando ocho días para las elecciones.
Recta final
Durante una reunión con electores en Kent, Ohio, Clinton dijo ayer que “no hay nada" en el anuncio del FBI. Espetó, en un esfuerzo por minimizar las presiones, que "la mayoría de las personas ya decidió qué es lo que piensa sobre esto. Y la gente ahora debe elegir al próximo presidente y el comandante en jefe de Estados Unidos".
Más allá de la ruidosa polémica creada por el anuncio de Comey, lo concreto es que aún no está completamente claro hasta qué punto el caso ha movido la balanza entre los electores a poco más de una semana de las elecciones.
Ayer, la coordinadora de campaña de Trump, Kellyanne Conway, dijo a la red CBS que la campaña de Clinton se había enredado súbitamente. "Yo pienso que ellos no estaban preparados para la posibilidad de que la campaña tomara un giro como el que ha tomado", dijo.
Aunque Clinton mantiene la ventaja en los estados más importantes y una modesta delantera a nivel nacional, recientes sondeos sugieren una tendencia a nivelar la disputa.
Por ejemplo, un sondeo de la cadena ABC News y el diario The Washington Post divulgado antes del explosivo anuncio del FBI, atribuyó a Clinton una ventaja sobre Trump de apenas un punto porcentual a nivel nacional, una diferencia inferior al margen de error.
Pero luego del fin de semana, a ocho días de las elecciones, el panorama electoral se estrecha. Donald Trump, quien hace una semana aparecía 5 puntos por atrás de su rival, hoy, según una encuesta revelada por el periódico LA Times, está 4 puntos por encima, aunque en otras tres encuestas aparece 1 punto por debajo.
En estados como Florida, vital para tener chance de llegar a la Casa Blanca, Trump pasó al frente con 46% de las adhesiones contra 42% para Clinton, según un sondeo de The New York Times Upshot/Siena College Research Institute.
Lucha voto a voto
Clinton mantuvo el fin de semana su intensa campaña en Florida, un estado fundamental donde ella y Trump ya gastaron casi 100 millones de dólares en publicidad política en televisión.
La agenda de Clinton incluye actos públicos en Ohio, especialmente para impulsar a los electores a votar en forma anticipada.
Recientes sondeos indican que hasta el momento ya han votado unos 22 millones de estadounidenses.
Mientras Clinton y Trump siguen a la caza de votos, la discusión política se concentraba en Comey, en su explosiva carta del viernes y en cómo interpretar su gesto.
El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que la presidencia estadounidense se negaba a "criticar o defender" a Comey.
Obama nombró hace cuatro años al republicano Comey al frente del FBI en un gesto que fue interpretado como un intento de abrir una puerta de diálogo con el Partido Republicano.
En tanto, el ex fiscal general estadounidense Eric Holder emitió una nota pública en la que señaló que Comey cometió un "grave error".
Comey "es un buen hombre, pero cometió un grave error. Su decisión fue incorrecta. Violó normas del Departamento de Justicia establecidas hace mucho" sobre investigaciones en época de elecciones, señaló.
La prensa estadounidense afirma que los correos que ahora son investigados por el FBI fueron hallados en un computador portátil utilizado por Huma Abedin, una asesora de Clinton desde hace varios años, y su ex marido, Anthony Weiner.