La guerrilla de las Farc responsabilizó al ex presidente Álvaro Uribe de la violencia que vive el país y exigió que no haya impunidad con él.

"Un personaje como él (Uribe), inmerso como está en crímenes internacionales, en lugar de estar simulando ser un hombre de Dios, debiera estar preparando su defensa ante los entramados jurídicos que siguen sus rastros ensangrentados", dijo a la prensa Iván Márquez, principal negociador de Farc en el diálogo de paz.

 Márquez respondió así a declaraciones del ex presidente colombiano (2002-2010), quien, quien dijo estar dispuesto a aceptar reducciones de las sentencias a los miembros de la guerrilla, en eventuales procesos judiciales, pero no la impunidad.

"Sí. Que no haya impunidad. De acuerdo, Uribe. El relato de la historia de la violencia no podrá soslayar una vida tortuosa signada por el crimen", subrayó el portavoz de la insurgencia poco antes de ingresar al salón donde se desarrollan las conversaciones, en el Palacio de Convenciones de La Habana.

"Uribe, identificado como uno de los máximos responsables de la violencia ejercida desde el poder contra los de abajo, no podría tener perdón", aseveró Márquez.  "En ese sentido agregó que si seguimos articulando la lista de su trayectoria gangsteril, ésta se convertiría en una luctuosa historia sin fin de sus escandalosos desafueros. Lo saben muy bien los colombianos", añadió el líder guerrillero.

Las Farc han acusado varias veces a Uribe de ser el principal opositor al diálogo de paz que sostienen en La Habana con el gobierno de Juan Manuel Santos desde noviembre de 2012 y de torpedear los avances obtenidos.

Como es habitual, la delegación gubernamental no formuló declaraciones este domingo, tercer día de la presente ronda de pláticas, que durará sólo ocho jornadas, tres menos que lo habitual, por Semana Santa.

Las Farc y el gobierno de Santos buscan ahora una solución al problema de las drogas ilícitas, luego de haber logrado acuerdos parciales en el problema agrario y la participación política.

Las dos partes, que iniciaron el diálogo con Cuba y Noruega como garantes, tienen pendiente los temas referidos al abandono de las armas, reparación a las víctimas y el  mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.