Farc cobró tributos a cultivadores de coca | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Noviembre de 2013

La guerrilla de las Farc reconoció haber cobrado tributos a campesinos cultivadores de coca en Colombia, pero acusó al Estado de favorecer el narcotráfico con políticas erróneas y una guerra fracasada.

 

"Nos vimos obligados a establecer un régimen de tributación y de regulación a las transacciones realizadas por los campesinos, siempre pensando en sus derechos, protegiéndolos frente a abusos de intermediarios y narcotraficantes", dijo el jefe negociador Iván Márquez en referencia a los territorios bajo control guerrillero.

Las delegaciones de las Farc y del Gobierno de Juan Manuel Santos, reiniciaron el jueves en La Habana los diálogos de paz que sostienen hace un año, abordando el tema de drogas ilícitas, tercero de una agenda de cinco.

 

"Deseamos un país sin cocaína, aunque somos conscientes que ello depende más bien de regulaciones y definiciones de alcance global por parte de todos los Estados que de manera directa o indirecta se encuentran involucrados", aclaró.

 

Antes de iniciar las conversaciones en esta jornada, Márquez dijo a la prensa que el Gobierno, en vez de atacar las causas estructurales que motivaron a muchos campesinos a cultivar coca, "se allanaron por completo a la estrategia imperialista estadounidense de la 'guerra contra las drogas'".

"Al tiempo que sectores de ellas se lucraban con sus altísimos rendimientos económicos, encontraron en esa guerra nuevos argumentos para dar continuidad a la estrategia contrainsurgente (...),desarrollaron nuevas formas del terrorismo de Estado al participar activamente en la conformación de organizaciones narco-paramilitares, y activaron toda una maquinaria de destrucción, persecución, estigmatización y criminalización contra el campesinado", agregó.

 

Rechazó las acusaciones de "narco-guerrilla" y "narcoterrorismo" imputadas a las FARC y explicó su origen en la necesidad de la derecha de buscar un nuevo enemigo tras la desaparición del bloque comunista soviético.

"La invención del nuevo enemigo se acompañó en nuestro país de operaciones ideológicas de producción lingüística dirigidas contra la guerrilla revolucionaria, orquestadas por los grandes conglomerados de las comunicaciones: primero se habló de narco-guerrilla, y luego -cuando se instaló el discurso terrorista- apareció el término de narcoterrorismo", dijo.

 

Márquez defendió la permanencia de la coca con fines medicinales, posición opuesta a la del Gobierno, que se pronuncia por la prohibición del cultivo.