El alto consumo de los hogares colombianos se disparó este año alcanzando obligaciones de 73,5 billones de pesos con el sistema financiero, de acuerdo al último informe del Banco de la República sobre el comportamiento del crédito hasta junio.
Señala el estudio que el nivel de endeudamiento de los hogares -definido como el total de créditos de vivienda y de consumo sobre PIB- continúa exhibiendo una tendencia positiva, ubicándose cerca del 12,8 por ciento.
Este incremento está impulsado en especial por la mayor dinámica de los créditos de consumo en lo corrido de este año.
Sin embargo, y a pesar de que el endeudamiento continúa creciendo, este nivel sigue siendo menor al observado en el tercer trimestre de 1998 cuando representaba el 15,8 del PIB.
Explica el Banco Central que la actual estructura de deuda de los hogares expone al sistema financiero a un mayor riesgo en términos de pérdida, dado el incumplimiento por las menores garantías que exigen los créditos de consumo en comparación con los de vivienda.
En el caso de la cartera de vivienda, los desembolsos denominados en pesos siguen teniendo una mayor participación (95,2%) frente a los colocados en UVR.
Este fenómeno se viene presentando desde mediados de 2006 e implica una mayor exposición de los establecimientos de crédito al riesgo de tasa de interés, dado que las tasas de captación pueden variar, mientras que las de colocación permanecen fijas.
De otra parte, la razón entre el índice de la deuda hipotecaria y el de precios de la vivienda nueva (IPVN) continúa presentando una tendencia creciente, alcanzando un nivel de 126 puntos. Este nivel es inferior a los registrados en el preámbulo de la crisis de finales de los años noventa. Comparando aquella coyuntura con los indicadores actuales, las variables que componen el índice presentan menores crecimientos a los alcanzados durante la última década del siglo pasado.
De hecho, entre enero de 1995 y septiembre de 1998 los créditos de vivienda y el IPVN registraron, en promedio, un aumento nominal anual de 38% y el 13%, respectivamente; en contraste, durante los tres años más recientes los niveles de estos dos rubros han sido, en su orden, de 14,5% y de 7,8%.
Por otro lado, la razón del IPVN y el IPC ha mantenido una tendencia positiva, comportamiento que se viene presentando desde principios de 2003. Actualmente la tasa de crecimiento del IPVN es aproximadamente el doble de la del IPC.
Por su parte, el consumo de los hogares continuó aumentando, al alcanzar una tasa de crecimiento real anual de 6,3% en el primer trimestre de 2011. El dinamismo del consumo es consistente con la evolución de la cartera de esta modalidad de crédito. En contraste, se observa una desaceleración en la dinámica del índice de salarios reales, asociada con el comportamiento que ha exhibido la inflación.
Con respecto a la morosidad, se observa que la dinámica de la cartera vencida presenta un comportamiento favorable tanto para la modalidad de consumo como para la de vivienda: ambas carteras muestran tasas de crecimiento negativas desde finales de 2009.
También, la cartera vencida de créditos de consumo exhibe una disminución de 11,1% real anual en junio de 2011, mientras que la de vivienda registra una tasa de -8,7% en la misma fecha. Sin embargo, se aprecia un cambio de tendencia en las variaciones negativas de la cartera vencida para las dos modalidades de crédito desde febrero de 2011.
Sostiene el Banco de la República que durante el primer semestre de 2011 el indicador de carga financiera de los hogares (CFI) presentó un ligero incremento con respecto a lo observado en 2010. El CFI se ubicó en 15,4% a junio de 2011, lo que significa un aumento de 53 pb frente a lo registrado seis meses antes (14,9%) (Gráfico 73).
Este comportamiento está explicado por el incremento en las amortizaciones, resultado del mayor crecimiento de la cartera durante lo corrido de 2011. Por su parte, el indicador de carga financiera que excluye las amortizaciones presentó una caída, al pasar de 5,2% en diciembre de 2010 a 4,6% seis meses después, debido a una disminución en los pagos por intereses.