Familiares de dos de los cuatro mexicanos muertos en un bombardeo colombiano contra una base de la guerrilla FARC en Ecuador visitarán el jueves la zona del ataque, del cual se cumplirán cinco años el próximo viernes, informó en Quito el padre de uno de los jóvenes.
Álvaro González, padre de Juan González, e Israel Avilés, hermano de Soren Avilés, viajarán a la localidad de Angostura, en la provincia amazónica de Sucumbíos (noroeste), para depositar una ofrenda floral en memoria de los estudiantes fallecidos el 1 de marzo de 2008.
Previamente, González presentó en Quito su libro "Sucumbíos: historia de una infamia", en el que relata los hechos a partir del testimonio de Lucía Morett, única sobreviviente del grupo de mexicanos que se hallaba en el campamento durante el bombardeo en el que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes.
La publicación es "parte de la lucha de los familiares para combatir la campaña de difamación contra nuestros hijos", dijo el autor, al recordar que el expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) acusó de terroristas a los cinco jóvenes.
"Álvaro Uribe miente y mintió desde el principio", sostuvo González durante la presentación de la obra, y agregó que Juan, su único hijo, y los otros cuatro mexicanos "eran estudiantes ejemplares y siguen siéndolo para todos nosotros".
Los otros mexicanos muertos en la incursión fueron Verónica Velázquez y Fernando Franco.
El bombardeo colombiano -rechazado por la Organización de Estados Americanos (OEA) al considerarlo una violación de la soberanía de Ecuador- provocó la muerte de otras 20 personas, así como la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países hasta noviembre de 2010.
González insistió en que los jóvenes -cuatro de ellos alumnos de la Universidad Autónoma de México (UNAM)- se encontraban en la base recaudando información para trabajos académicos y no tenían ningún vínculo con las Farc.
AFP