Colombia carece de estudios sobre precios de tierras, tipo de compra y movimiento en el mercado, además, no sabe interpretar la demanda en sectores rurales, pues la información es dispersa.
Así lo manifestó el docente e investigador de la Universidad Nacional, Jorge Iván González, quien añade que la falta de análisis coincide con una carencia de estadísticas oficiales que sean confiables.
“En la práctica existen mercados de tierras legítimos legales e ilegales, pero no sabemos qué se compra ni qué se vende. Evidentemente estas acciones siempre han existido porque se ha respetado la posesión, pero en muchos casos hay despojo”, le señaló el docente a la agencia Unimedios.
El académico pone como ejemplo el hecho de que el último censo agropecuario se haya realizado hace más de 40 años, y advierte que la información que se encuentra disponible está desagregada y en algunos puntos desactualizada.
Ante esa problemática, el académico cuenta que el papel del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia (IEU) es ayudar a organismos como la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) en la búsqueda de variables pertinentes para trabajar y entender este fenómeno.
Hay que saber efectuar esas variables, consideradas como relevantes; esta es una necesidad para empezar a entender el problema, pues actualmente no se comprende, sostiene el investigador, quien fue el encargado de coordinar el estudio titulado “El mercado de tierras rurales en Colombia: caracterización para la formulación de los lineamientos de política, su regularización y contribución al ordenamiento de la propiedad y gestión del territorio”.
El estudio realizado por el IEU junto con investigadores de la UPRA presenta propuestas en marco jurídico y un panorama institucional que pueden incidir en el funcionamiento de este mercado.
El profesor González comenta que para estructurar y concebir estos caminos con miras a entender e informarse sobre el mercado de tierras, se realizaron talleres en el Tolima y el Meta, que tuvieron como objetivo adelantar discusiones técnicas y aportes de los actores directos de la región.
“Es necesario mostrar un camino, porque las dinámicas en sí no se conocen bien y terminan atropellando las posibilidades de planificación; una unidad como la UPRA debe tener los instrumentos para interpretar la situación y pensar a largo plazo”, concluye.
Una de las propuestas en este estudio precisa sobre una intervención previa del Estado para que determine qué tierras se pueden comprar y vender.
Adicionalmente, se propone que dicha intervención sea recurrente cuando se presente un desequilibrio de competencias y se genere una gran concentración.
De igual forma, entre otros aspectos, se habla de libre oferta y demanda, sin obligar a ninguna de las partes a hacer transacciones; adicionalmente, se incluyen aspectos de la propuesta como derechos de propiedad más definidos.
Los resultados de este trabajo fueron presentados en el foro denominado “Existe mercado de tierras rurales en el país”, en el que reconocidos expertos en temas rurales y agrarios analizaron la investigación formulada por UPRA y el IEU.
Así, Absalón Machado, Salomón Kalmanovitz y Alcides Gómez examinaron las determinantes del mercado para el caso colombiano; por su parte Carlos Medellín realizó aportes en materia de Derecho y jurisprudencia; Fernando Rojas intervino para profundizar sobre la institucionalidad de UPRA; Gonzalo Andrade focalizó sus aportes en las variables medioambientales; finalmente Carlos Patiño hizo precisiones sobre los conflictos y la seguridad como marco del mercado de tierras rurales.