En el marco del debate de control político sobre el impacto de la minería en La Guajira y Cesar, el senador del Polo Jorge Enrique Robledo señaló que las operaciones de los trenes de Drummond y Cerromatoso, se están cobrando “a ojo”, sin tener un cálculo real de lo que las multinacionales deberían pagar.
“El tren de Drummond, que va de la loma en el Cesar hasta Santa Marta, y el tren de Cerromatoso, que es de 150 kilómetros y que termina en Bahía Portete, son los que Colombia paga parcialmente porque tienen que ver con las regalías”, sostuvo.
Robledo fue enfático en decir que de acuerdo a la información oficial suministrada a los congresistas, “los cobros que nos hacen no son comprobados matemáticamente sino estimados. Nos cobran lo que la trasnacional estima que vale la operación del tren”.
En el mismo debate de control político el congresista hizo un llamado al Gobierno sobre el impacto de la actividad minera en La Guajira y Cesar para que la Contraloría General ponga bajo la lupa las problemáticas que viven las poblaciones aledañas a las multinacionales que ejercen la explotación en estas zonas.
“Hay dos grandes temas, uno lo del cambio del curso en el río Ranchería en 26 kilómetros, que es una amenaza gravísima y el procedimiento que utiliza el Cerrejón que está violando todas las leyes de Colombia con la alcahuetería del Ministerio del Interior”, declaró a este medio.
En el caso de Cesar, dijo, hay un impacto ambiental en los acuíferos que tienen que ver con la aguas superficiales, “y dice la Contraloría que no hay ningún estudio de conjunto”.
Explicó que es un proceso complicado de certificación, “agravado por la minería y por el fenómeno del calentamiento global, y no hay estudios propios del Gobierno. Todos los estudios que tenemos los hacen las trasnacionales que los hacen como se les da la gana”.