La Contraloría General de la República profirió fallo con responsabilidad fiscal por $6.376 millones de pesos contra la IPS Previsanar en Medicina Alternativa y su representante legal, el médico Sebastián Ramírez Mendoza, por el daño que produjeron a los recursos parafiscales destinados a la salud al haber utilizado de manera fraudulenta el mecanismo de la tutela para efectuar recobros ante el administrador fiduciario de los recursos del FOSYGA, el Consorcio FIDUFOSYGA.
Igualmente, los condenados lesionaron los intereses patrimoniales del Estado por sobrescostos en los servicios de salud a su cargo y por recibir pagos por servicios no prestados.
De acuerdo con el fallo con responsabilidad fiscal proferido por la Contraloría Delegada para Investigaciones, Juicios Fiscales y Jurisdicción Coactiva, el médico Ramírez Mendoza actuó con plena conciencia de que causaba un daño a los recursos parafiscales de la salud, al intervenir en la falsificación de historias clínicas y fallos de tutelas y, adicionalmente, aumentar indebidamente los costos de los servicios prestados por la IPS de la que era propietario, hechos sucedidos entre 2007 y 2010.
Actuando como representante legal y médico tratante de la IPS Previsanar Medicina Alternativa, Sebastián Ramírez Mendoza efectuó 130 recobros exitosos al FOSYGA con base en sentencias de tutelas falsificadas, para lo cual contó con la asesoría de una empresa denominada CCA Asesores Ltda.
Según la Contraloría, el daño patrimonial causado en este caso se estableció así:
- $4.485 millones correspondientes al daño causado por tutelas inexistentes y servicios no prestados.
- Y $838 millones correspondientes al daño por sobrecostos en los servicios prestados.
- Para un daño total de $5.324 millones, cifra que indexada (teniendo en cuenta la variación del Índice de Precios al Consumidor) se convierte en $6.376 millones.
Entre los hechos tenidos en cuenta por la CGR para proferir este fallo con responsabilidad fiscal, están los siguientes:
- En los resúmenes de las historias clínicas aparece la firma de un médico internista que no laboraba en Previsanar.
- La firma del médico tratante era diferente en cada uno de los resúmenes de las historias clínicas a pesar de figurar el mismo nombre.
- Firmas que no fueron reconocidas por las personas a las que supuestamente se les prestaron servicios médicos.
- En los resúmenes de las historias clínicas no había evolución en los tratamientos aplicados a los pacientes.
- Y facturación para recobrar ante el administrador fiduciario por servicios no prestados.