Es un ‘raponazo’ a San Andrés Islas y a Colombia en un tema absolutamente sustancial para la reserva de la biosfera, insistió el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Gabriel Uribe, sobre el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que le concedió a Nicaragua dos tercios del mar en los cayos de Roncador y Quitasueño.
“El Archipiélago es un conjunto en su materia ecológica, en su unidad de biodiversidad y en ese sentido desmembrarlo como lo están haciendo, con sus aguas subterráneas y sus aguas superficiales de un lado y de su entorno territorial, es completamente absurdo no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también de la riqueza coralina”, afirmó Uribe.
Al referirse a la pesca tradicional e industrial que se da en esa zona, reiteró que la mayor riqueza de langosta que hay en Colombia está precisamente en Luna Verde, que es una especie de ‘muela’ que la Corte de La Haya con su decisión le quitó al Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
“Nos invitaron a un partido de fútbol con unas reglas de juego, con unos árbitros claros y terminamos en una piñata. Una piñata en Luna Verde, donde se produce la mayor cantidad de langosta de Colombia, donde había pescadores artesanales y pesquería tradicional”, sostuvo.
Nos anunciaron un fallo en derecho y terminamos con un fallo en que se desestimaron los títulos y cédulas colombianos, agregó.
El ministro Uribe advirtió sobre las consecuencias de un mayor impacto en el medio ambiente si se autoriza la explotación de petróleo en la reserva de biosfera de Seaflower, de más de 75 mil kilómetros, protegida por la Unesco desde el año 2000, y sobre la cual se pronunció el Tribunal de San Andrés, prohibiendo cualquier explotación de hidrocarburos.
“En ese sentido, esperamos que Nicaragua entienda que allí hay una reserva protegida muy grande, es un área completamente protegida no solamente por Colombia, por Coralina, por el Tribunal de San Andrés y por la justicia colombiana, sino por la comunidad internacional”, dijo Uribe.
El funcionario no solo se solidarizó con los habitantes del Archipiélago, sino que invitó a todo el país a sumarse, pues no solo es un tema de San Andrés sino de toda la Colombia: “cogieron el departamento más grande, que tiene 350 mil kilómetros, y le cercenaron una parte de su territorio supremamente importante”.