Extravagancias de Sayco | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Noviembre de 2011

 

Siguen lloviendo denuncias contra Sayco. Este episodio nos lo amplió Diego María Arias, director durante 22 años del Teatro Fundadores, de Manizales:
“Presentábamos una obra musical titulada La Misa en do menor, de Mozart. La ley dice que la música cuyos compositores hayan muerto hace más de 80 o 100 años, sin dejar un testamento con sus derechos de autor como herencia, pasa a ser de dominio público y nadie puede cobrar derechos. Como quien habla se presentó como patrocinador del evento y estaban próximos a cumplirse 200 años de la muerte del músico, acudimos donde el delegado de Sayco en Manizales y el funcionario nos dijo que teníamos que pagar el 10% más el IVA”. Pese a que se le demostró que esa música era de dominio público, el señor de Sayco le contestó: “Si quiere que le dé el paz y salvo, me tiene que presentar la partida de defunción de Mozart”. Ese hecho se presentó en Sayco Manizales, ante un testigo de excepción, el caricaturista Fabio Arias, “Ari”, quien para entonces recreó el episodio en una viñeta que mereció despliegue en la prensa alemana.
 
Una burrada. Cinco años después, otro funcionario de Sayco, cuando el mismo Arias, quien ahora ejerce como empresario de eventos en el país, le solicitó el paz y salvo para la presentación de la cantata Carmina Burana, el funcionario le dijo: “Ese papel no se lo puedo entregar todavía porque vamos a preguntar a ver si esta señora está afiliada a Sayco”. Carmina Burana es el nombre dado a la colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII. 
 
Perdedores. Después de las improvisaciones en el fútbol de Selección y en la Educación Superior, la tertulia de La Barca sacó estas conclusiones: 
Como los asuntos los manejan con las patas y hay que darle gusto a todo el mundo, empezando por el presidente Santos, quien pidió la cabeza de “Bolillo” Gómez, pero no dio candidato para sucederlo y terminando por los señores de la Dimayor (la mayor división del fútbol colombiano) que les dio por designar entrenador a Leonel Álvarez, porque le fue muy bien en dos amistosos con equipitos de pipiripao como Jamaica y Salvador.
 
Un golpe de suerte. Con este “palmarés”, Álvarez se convirtió en director de la Selección Colombia y debutó con un golpe de suerte ganándole en La Paz a Bolivia.
Al regreso, el onceno tricolor, que creíamos listo para grandes cosas, mostró la realidad en el estadio de Barranquilla, primero en el empate a un gol con los beisbolistas venezolanos y perdiendo cinco días después, por dos tantos a uno, ante Argentina liderada por Lionel Messi. Y ahí fue Troya.
 
Permutarlos. Uno de los contertulios propuso este enroque al presidente Santos, en aras de la prosperidad futbolera y universitaria: que el paisa Leonel Álvarez pase al Ministerio de Educación Nacional y que la bugueña María Fernanda Campo asuma ya la dirección técnica de la Selección Colombia.