Las autoridades alemanas indicaron que casi todos los sospechosos de las agresiones cometidas contra mujeres durante la Nochevieja en Colonia son "de origen extranjero", en un clima de tensiones en torno a los refugiados.
Ralf Jäger, ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia, dio a conocer los resultados de la investigación sobre los hechos del 31 de diciembre, que han aumentado la presión sobre la canciller Angela Merkel y su política de acogida de refugiados.
"Tanto las declaraciones de testigos como el informe de la policía [local] y las conclusiones de la policía federal indican que casi todas las personas que cometieron esos delitos eran de origen extranjero", reveló Jäger.
Cerca de mil hombres árabes y del norte de África, incluidos "numerosos refugiados", se congregaron delante de la estación de trenes y la catedral gótica de Colonia donde fueron agredidas centenares de mujeres, afirmó Jäger.
Esta ciudad del oeste de Alemania volvió a ser teatro de agresiones durante la noche, cuando unas 20 personas atacaron a seis paquistaníes y un sirio en dos incidentes separados, no lejos de la estación de trenes de Colonia, indicaron las autoridades.
Dos paquistaníes, que tuvieron que ser hospitalizados, y el sirio resultaron heridos, indicaron las fuentes.
La abrió una investigación para determinar si lo ocurrido era un acto de represalia por los acontecimientos del 31 de diciembre.
Durante la presentación de su informe, Jäger pidió que no se metiera a todos los refugiados en el mismo saco.
"Señalar a un grupo [de población] como agresores sexuales no sólo es un error sino también un peligro. Es lo que hacen los carroñeros de extrema derecha, es su único argumento", dijo.
El número de denuncias por violencias la noche de San Silvestre en Colonia no deja de aumentar día tras día. El domingo sumaban 516, un 40% por agresiones sexuales.
Todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. ¿Cómo han podido ser de tal calibre las agresiones sin que interviniera la policía, que estaba en las inmediaciones? ¿Por qué esperó varios días antes de revelar su magnitud? ¿Las violencias estaban planificadas o fueron fruto del alcohol en la noche de San Silvestre?
Sobre este último punto, el ministro de Justicia, Heiko Maas, lo tiene claro. "Cuando semejante horda se congrega para infringir la ley, parece algo planificado de una u otra manera", dijo.
- Temor entre la población -
Los sucesos de Colonia han sembrado un poco más la duda en la opinión pública sobre la capacidad del país para integrar a los 1,1 millones de solicitantes de asilo llegados el año pasado, principalmente de Siria, Irak, Afganistán o el norte de África.
Un 57% de alemanes temen ahora un aumento de la criminalidad con la llegada de tantos migrantes, y un 40% piensan lo contrario, según un sondeo del canal de televisión RTL.
En este contexto, el lema voluntarioso de Angela Merkel sobre los refugiados -"¡Lo vamos a lograr!"- se vuelve cada vez más inaudible.
A menos de dos años de las próximas elecciones legislativas, Merkel tuvo que matizar su política aperturista y el fin de semana anunció que había que facilitar la expulsión de los solicitantes de asilo que infrinjan la ley.
El ministro alemán del Interior quiere reforzar la videovigilancia y desplegar más policías en los lugares públicos. Este lunes, los grupos parlamentarios de los partidos de la coalición gubernamental deben empezar a preparar el trabajo legislativo correspondiente.
Al anochecer, en Leipzig, la rama local de Pegida también va a intentar capitalizar los temores de la población. Legida ("Leipzig contra la Islamización de Occidente) organiza una manifestación a las 18H30 (17H30 GMT) para conmemorar su primer aniversario, en la que se esperan varios miles de participantes.
También está programada una contramanifestación en forma de "cadena luminosa" en la ciudad, compuestas por participantes invitados a acudir con velas.