Los siete colombianos acusados de haber participado en el asesinato en 2013 de un agente de la DEA en Bogotá fueron entregados a funcionarios estadounidenses para ser juzgados en un tribunal de Virgina, que solicitó su extradición.
"La Policía Nacional hizo entrega formal a funcionarios de la DEA de Estados Unidos de los siete ciudadanos pedidos en extradición" dijo a la prensa el general Ricardo Restrepo.
Escoltados por agentes de la policía, los acusados fueron entregados a las autoridades estadounidenses en la base aérea de Catam, en las afueras de Bogotá.
Los acusados, que estaban esposados, fueron subidos a un vehículo blindado para ser examinados por los funcionarios de la DEA (agencia antidrogas estadounidense, Drug Enforcement Administration) antes de abordar un avión.
Estos ciudadanos fueron requeridos, a través de una circular roja de la Interpol, por una Corte de distrito de Virginia (este de Estados Unidos), un proceso que fue avalado por la Corte Constitucional de Colombia y confirmado por el presidente, Juan Manuel Santos.
Los siete colombianos están acusadas del asesinato del agente de la DEA James Terry Watson, apuñalado en un taxi en Bogotá el 21 de junio de 2013.
Watson, que era funcionario de la embajada de Estados Unidos, tomó un taxi que era conducido por los acusados, quienes presuntamente intentaron asaltarlo y le ocasionaron heridas mortales con arma blanca.
En Bogotá, el secuestro express, conocido como "paseo millonario", es un delito generalizado. Las víctimas usualmente son sometidas bajo amenaza y obligadas a extraer efectivo de distintos cajeros automáticos. En algunas ocasiones resultan agredidas, aunque generalmente son liberadas ilesas horas después de su captura.