En cumplimiento a las estrategias contra el tráfico de estupefacientes y en atención al plan Corazón Verde Plus, la Policía Nacional, adelantó investigaciones y operativos que permitieron la captura de expendedores de alucinógenos y la identificación de predios utilizados para la fabricación, almacenamiento y comercialización de estupefacientes.
Personal adscrito a la unidad de delitos especiales de la Seccional de Investigación Criminal de la Policía en Cundinamarca, realizó diligencias de allanamiento y registro a viviendas donde se capturaron y judicializaron integrantes de organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes, incautándoles elementos materiales probatorios y evidencias físicas que permitieron iniciar el proceso de extinción de dominio sobre los inmuebles utilizados para la venta al menudeo de estas sustancias.
Los operativos se adelantaron en el marco de la intervención a las llamadas 'ollas', de los municipios cundinamarqueses de Soacha, Mosquera, Madrid, Facatativá, Cota, Cajicá, Zipaquirá, Fusagasugá y Girardot, propinando duros golpes a las finanzas y propiedades utilizadas por los narcotraficantes para el expendio.
La seccional de investigación criminal de Cundinamarca, en coordinación con el despacho especializado de la unidad nacional para la extinción del derecho de dominio y contra el lavado de activos de la Fiscalía, desarrolló la operación Sin Fronteras, contra 15 propiedades utilizadas por los narcotraficantes para la comercialización y distribución de estupefacientes.
Al interior de los inmuebles, las organizaciones dedicadas al micro tráfico, almacenaban grandes cantidades de estupefacientes y citaban a los expendedores a quienes les suministraban pequeñas dosis personales, con el fin, de evadir el control de las autoridades con el pretexto de portar la dosis mínima autorizada por la ley
12 de los inmuebles cumplieron los requisitos y características previstas en la ley 793 de 2002, siendo ocupados para la respectiva extinción de dominio ante la unidad nacional, con el fin de que pasen a manos del Estado. En la operación Sin Fronteras, se lograron desmantelar 5 redes delincuenciales, capturando a 38 personas dedicadas al narcomenudeo.
Algunos de los propietarios de las viviendas aseguraron tener contratos de arrendamiento, sin embargo, la invitación es a saber a quién se le arrienda y con qué fin; además, no se puede abandonar el bien para que los supuestos arrendatarios desarrollen actividades ilícitas, arriesgando a perder el inmueble.
Según informaciones sobre los avalúos comerciales de las 12 propiedades presentadas, su valor alcanzaría los 1.500 millones de pesos las cuales en las últimas horas fueron dejadas a disposición de la Dirección Nacional de Estupefacientes. Con esta demanda de extinción de dominio por el delito de narcomenudeo, la Policía de Cundinamarca, continuará a la vanguardia para la afectación del patrimonio de los narcotraficantes que pretendan delinquir en el Departamento.
Alias Sebastián
La Policía Nacional en desarrollo de actividades tendientes a debilitar los emporios económicos construidos con dineros provenientes de actividades ilícitas, ocupó con fines de extinción de dominio 83 bienes de propiedad de Ángel de Jesús Pacheco, alias Sebastián, quien fuera líder de la banda criminal Los Rastrojos, asesinado por sus hombres de confianza en julio del 2011 en zona rural del corregimiento de Piamonte, municipio de Cáceres (Antioquia), región del Bajo Cauca Antioqueño.El Grupo Extinción de Dominio y Lavado de Activos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, en coordinación con la Fiscalía, adelantó labores investigativas orientadas a recopilar documentación de carácter financiero, tributario, patrimonial y mercantil, relacionada con los bienes de Sebastián y sus testaferros, permitiendo así identificar 32 lotes de terreno, 19 casas, dos parqueaderos, un establecimiento de comercio y 26 automotores, avaluados en 5.821.667.357 pesos, ubicados en los departamentos de Córdoba y Antioquia.
Pacheco empezó su actividad delictiva en el Bloque Central Bolívar, convirtiéndose en el hombre de confianza de Carlos Mario Jiménez, alias Macaco; luego de la desmovilización de las AUC, fue uno de los principales cabecillas de la banda criminal Los Paisas junto a los alias Mono Vides, Chepe y Víctor Caparrapo en el bajo Cauca antioqueño; después de unas serias diferencias con los anteriores cabecillas pasó a liderar Los Rastrojos, donde se disputaba a sangre y fuego la región del Bajo Cauca con Los Urabeños; era el encargado de coordinar las actividades delictivas de narcotráfico y homicidios selectivos y múltiples.
Contra alias Sebastián pesaban órdenes de captura por desplazamiento forzado, desaparición forzada, concierto para delinquir agravado, homicidio múltiple y falsedad material en documento público.