Hundirse cada vez más en líos judiciales es lo que parece estar ocurriéndole al expresidente francés Nicolas Sarkozy tras divulgarse indicios de que trató de influenciar a jueces encargados de investigar casos de una cadena de corrupción en la que está involucrado.
La difusión de nuevos extractos de las escuchas judiciales de Sarkozy, sospechoso de tráfico de influencias, está provocando un enorme escándalo en Francia y el gobierno se refirió a acusaciones de "extrema gravedad" contra el expresidente.
La página web Mediapart publicó el martes, a unos días de la primera vuelta de las elecciones municipales, el contenido de siete conversaciones entre Nicolas Sarkozy y su abogado.
En esas conversaciones, el abogado del expresidente, derrotado en 2012 por el socialista François Hollande, califica de "bastardos" a los jueces de Burdeos (suroeste) que inculparon a Sarkozy en el marco del caso de abuso de debilidad de la que habría sido víctima la multimillonaria Liliane Bettencourt.
"La extrema gravedad de las acusaciones y sospechas que pesan sobre el expresidente de la República es tal que los comentarios ahora deben abrir el paso a la verdad", dijo la portavoz del gobierno francés Najat Vallaud-Belkacem.
Las escuchas, realizadas entre el 28 de enero y el 11 de febrero, se realizaron por orden judicial en una línea telefónica que el ex jefe de Estado conservador había abierto con el falso nombre de "Paul Bismuth" porque sabía que su teléfono oficial estaba intervenido.
Las conversaciones tratan sobre la demanda de la justicia francesa para que Sarkozy entregue sus agendas en el marco de varias investigaciones, como la indemnización millonaria por parte de un tribunal privado de arbitraje al empresario Bernard Tapie y las acusaciones de que su campaña electoral de 2007 fue financiada con dinero del entonces líder libio Muamar Gadafi.
Una de las conversaciones dio lugar a la apertura de una investigación judicial por violación del secreto de instrucción y tráfico de influencia, porque de ella se desprende que el juez Gilbert Azibert, del Tribunal de Casación (que decidirá si Sarkozy debe entregar sus agendas), informó al expresidente de cómo avanzaba su caso.
Según Mediapart, el abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, se felicita en una grabación del 29 de enero del "trabajo" de su informador (Azibert) y se muestra optimista e irónico al considerar probable la anulación por parte del tribunal de la orden de entregar las agendas, "a menos que el Derecho acabe triunfando". "Una confesión que causa estupefacción", según Mediapart.
En otra conversación, del 30 de enero, el abogado explica que "Gilbert" tuvo acceso a la opinión confidencial de un juez del tribunal, en el que pide la anulación de la entrega de las agendas.
En una conversación del 5 de febrero, según Mediapart, Nicolas Sarkozy se dice dispuesto a ayudar al magistrado Gilbert Azibert a obtener un puesto en Mónaco./AFP