Expresidente Pastrana responde a las Farc | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Marzo de 2014

Que se equivocan las Farc al asegurar que su gobierno las engañó durante el proceso del Caguán aseguró el expresidente Andrés Pastrana en una carta a esa guerrilla donde responde sus señalamientos sobre el fallido intento de paz de la época.

Señala el ex mandatario que desde el mismo día que resultó electo advirtió a Marulanda que “iba a armar nuestras Fuerzas Armadas hasta los dientes para la guerra o la paz” y que fue eso precisamente lo que hizo, no como lo aseguran los sucesores del desaparecido jefe guerrillero de que éste fue engañado en el Caguán “para ganar tiempo para fortalecer la maquinaria de guerra” del gobierno.

Respecto al señalamiento de que su administración puede reclamar como único logro “frenar la ofensiva militar de las Farc-EP, haber implementado el Plan Colombia y a  través de él la reingeniería y recomposición de las Fuerzas Militares”,  el expresidente dice que “no es cierto, reclamo mucho más. Reclamo la reconstrucción del país que recibí destruido y el haberme jugado a fondo por la paz, sin ambiciones personalistas ni mezquinos cálculos políticos. Y reclamo, además, haber colocado a las Farc en las listas terroristas del mundo civilizado”

Recuerda y reitera el expresidente Pastrana que  “con Marulanda no se hicieron componendas con el gobierno a puerta cerrada” y añade “que la sindicación de terroristas e inclusive la ruptura del proceso fueron posibles porque el gobierno ponía sobre la mesa, con plena transparencia hasta el último punto de su prestigio”.

Finalmente Pastrana reitera sus críticas al proceso de paz de la Habana porque considera que no tiene plazos, el gobierno no los exige y asegura que allí “hay una olla de arreglos secretos que ya comienza a oler mal”.

Cabe recordar que Santos cuando anunció el proceso con las Farc que éste se haría bajo las premisas de respeto, diálogo abierto y discreción. Esa hoja de ruta es la que se ha seguido y permitido que se firmaran ya los dos primeros acuerdos marco y que sólo estarán vigentes bajo la premisa del gobierno de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.