El expresidente peruano, Alberto Fujimori, recibió el alta médica y abandonó el miércoles la clínica de Lima donde fue operado de cataratas para retornar a la base policial donde cumple una condena de 25 años por crímenes de corrupción y de lesa humanidad.
"A las 10h30 salió de la clínica en buen estado a bordo de una ambulancia del Instituto Nacional Penitenciario", declaró a la AFP el congresista y médico personal del expresidente, Alejandro Aguinaga.
Fujimori lucía un parche provisional en el ojo derecho y estaba de buen ánimo al abandonar el nosocomio, "dispuesto a seguir escribiendo sus memorias sobre su gobierno, de las cuales lleva ya hechas 342 páginas", señaló Aguinaga.
Los médicos le detectaron las cataratas a Fujimori, de 77 años, precisamente cuando acudió a mediados de octubre a una revisión de su estado de salud luego que se quejó de visión borrosa al momento de redactar sus memorias.
La salud de quien gobernó Perú de 1990 a 2000 se ha visto afectada con frecuencia desde 2007, cuando empezó a cumplir una condena de 25 años de prisión por violación a los derechos humanos durante su gestión en el marco de la lucha contra la guerrilla de Sendero Luminoso.
Fujimori padece de hipertensión y ha sido operado cinco veces en la cavidad bucal por una recurrente lesión cancerígena en la lengua que sufre desde fines de la década de 1990.
El exgobernante fue condenado en abril de 2009 como autor mediato de una matanza de 25 personas perpetrada por un escuadrón de la muerte del ejército peruano contra presuntos simpatizantes de Sendero Luminoso el tres de noviembre de 1991.
Un juicio reveló que ninguna víctima era miembro de esa organización. Fujimori deberá permanecer en prisión al menos hasta el año 2032, lo que él ha considerado como una condena a muerte en vida, debido a su edad.
En 2013, el presidente Ollanta Humala denegó un indulto solicitado por su familia alegando que los problemas de salud ponían en peligro la vida del exmandatario. Según un informe médico oficial, Fujimori no reunía las condiciones de gravedad para ser indultado.
Su hija y heredera política, Keiko Fujimori, lidera con un 30% la intención de voto presidencial para las elecciones generales de abril de 2016 en Perú.
Fujimori, quien tiene también nacionalidad japonesa, renunció a la presidencia peruana en noviembre de 2000 enviando un fax desde Tokio, donde cumplía una escala técnica en un vuelo de retorno desde Brunei. Un escándalo de corrupción lo derrumbó. Había sido elegido tres veces presidente, pero no pudo por ello culminar su tercer mandato.