Al menos 24 personas, entre ellas ocho niños, murieron por barriles de explosivos lanzados el miércoles desde helicópteros del ejército en el norte de Siria, informó una ONG.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó que los ataques tuvieron lugar en las provincias de Alepo y de Idleb.
En la provincia de Alepo, 16 personas, entre ellas ocho niños, perdieron la vida en Tal Rifaat cuando los helicópteros lanzaron al menos cuatro barriles cargados de explosivos, según el OSDH.
En la provincia de Idleb, ocho miembros de una familia murieron en un ataque similar en la localidad de Kafr Sijna.
El balance de víctimas podría aumentar -según el OSDH- debido a la cantidad de heridos.
Las organizaciones de derechos humanos critican el uso de barriles rellenos de explosivos por tratarse de armas sin precisión alguna y cuyas principales víctimas son los civiles.
El presidente sirio, Bashar al Asad, negó que sus fuerzas utilicen este tipo de armas, pero activistas y organizaciones de los derechos humanos tienen fotografías que demuestran lo contrario.
Desde el comienzo de la revuelta contra el régimen en 2011, más de 220.000 personas han perdido la vida en la guerra en Siria, según el OSDH.