El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, romperá su silencio para dar explicaciones sobre un escándalo de corrupción en el que un diario lo implicó personalmente, tras lo cual algunos comenzaron a pedir su dimisión.

El rotativo de centro-izquierda El País publicó en portada fotografías de una supuesta contabilidad oculta del Partido Popular (PP, derecha) de Rajoy, por la cual varios dirigentes de la formación habrían recibido durante más de una década sobresueldos ilegales con dinero procedente de empresas privadas.

En esos documentos, presuntamente establecidos por dos extesoreros del PP, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, aparece entre otros Rajoy, que habría recibido entre 1997 y 2008 "pagos trimestrales o semestrales que sumaban 25.200 euros al año".

El PP ya negó las acusaciones, afirmando que sus cuentas son transparentes, pero ahora el ejecutivo, atentamente observado por los mercados y sus socios europeos en un contexto de grave crisis económica, debe evitar que el caso amenace su estabilidad.

"El gobierno es una cosa y los partidos son otra", afirmó el viernes la portavoz del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría al término del consejo de ministros. "Este gobierno es un gobierno que goza de una gran estabilidad al nivel parlamentario", enfatizó.

Sin embargo, indignados por una multitud de casos de corrupción, que incluso salpicaron a la familia del rey, cuyo yerno está siendo investigado por malversación de fondos, para muchos españoles, asfixiados por la recesión y la austeridad, está es la gota que colma el vaso.

"Ya Basta. Es el momento de que todos los que hayan recibido pagos en dinero negro se vayan y dejen de ensuciar el nombre de nuestro país", exigía una petición que el viernes había reunido cerca de 500.000 firmas tras haber sido divulgada la víspera en internet.

Reclamaba "la dimisión inmediata del presidente del gobierno Mariano Rajoy (cuyo nombre aparece como receptor de pagos en los papeles de Bárcenas) y la convocatoria de elecciones anticipadas".

Tras afirmar hace dos semanas que no le temblaría la mano para pedir responsabilidades a quien hubiese cometido irregularidades, Rajoy debe ahora decir "si sí o no cobró esos sueldos", afirmó el líder de la oposicon socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

"El presidente del gobierno como presidente del Partido Popular mañana dará a conocer su posicion sobre el asunto", anunció Sáenz de Santamaría.

La cúpula de su partido se reunirá el sábado en una reunión convocada de urgencia para analizar su respuesta al escándalo.

De momento, dos concejales del PP decidieron dejar el partido y uno de ellos dimitió de su cargo en el ayuntamiento de Gijón por la "vergüenza" que le provoca el caso.

El propio Bárcenas negó las acusaciones y varios dirigentes del PP, entre ellos el expresidente José María Aznar anunciaron demandas contra El País.

Por su parte, Saénz de Santamaría defendió la honradez del jefe del gobierno, de 57 años, que dirige el PP desde 2004 y el país desde diciembre de 2011.

"Llevo 12 años trabajando con Mariano Rajoy Brey" y en ese tiempo "lo que he visto ha sido siempre una conducta ejemplar, nunca le he visto saltarse una norma y siempre ha dado ejemplo a los que trabajamos con él de una vida recta y de una vida al servicio publico", afirmó en rueda de prensa la número dos del gobierno.

Bajo consignas de "¡Dimisión!" o "Este presidente es un delincuente", centenares de manifestantes se habían concentrado en la tarde del jueves ante la sede nacional del PP en Madrid convocados a través de las redes sociales.

El viernes algunos volvieron. "El país está defraudado no sólo con el PP, sino con toda la clase política", decía uno de ellos, Jorge García, de 27 años. "Unos confiaron en unos y otros en otros, pero al final todos son iguales. Queremos erradicarlos a todos y no sabemos cómo", agregaba.