Éxodo ganadero | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Diciembre de 2012

Éxodo ganadero. Los criadores de ganado en Colombia se han declarado "en éxodo" por el reciente cambio en las reglas de certificación de sus ganaderías como “Hato Libre de Brucella” por parte del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en la resolución 840 de 2011.

A pesar de las dificultades que aquejan al sector de la ganadería ante los TLC, han sido indiferentes propios y extraños, las entidades del ramo continúan en su voluntad irrefutable de fortalecer el negocio de los laboratorios encargados de procesar las muestras de sangre tomadas en las haciendas, en perjuicio del golpeado bolsillo ganadero.

Los “falsos positivos”: en la ganadería. El ICA ha establecido que, para la eliminación de la Brucella, se debe hacer una serie de exámenes tomando muestras de sangre de los ganados, las cuales van a diferentes laboratorios adscritos a su entidad para su análisis.

El recorrido que hacen los ganaderos por los laboratorios del país es así: las primeras muestras de sangre tienen un costo de 5.200 pesos por cada animal. La vaca o toro que, según esta primera prueba tenga la enfermedad, debe ser nuevamente examinada a un costo de 20.200 pesos. Finalmente, se determina que dicha vaca no tenía la enfermedad.

Se cansaron de bramar. En visita a Puerto Boyacá, La Dorada y Puerto Triunfo, en el Magdalena Medio, el Barquero pudo hablar de manera directa con ganaderos con asiento en esa región y palpó el creciente malestar  con las autoridades del  sector quienes, según sus propias palabras, son víctimas de toda clase de artilugios que afectan directamente sus propios intereses; por lo tanto, el próximo mes se trasladarán a Bogotá a elevar sus respectivas quejas, pues ya se cansaron de bramar, según dijeron.

La queja que viene en camino. Ante el procurador General, Alejandro Ordóñez, ganaderos del Magdalena Medio, de manera aislada a Fedegan  preparan la radicación de un recurso Administrativo de revocatoria contra la Resolución 840 de 2011 y la respectiva queja disciplinaria, con el fin de dar por terminado el presunto lucrativo negocio que sostiene a los laboratorios del ICA.

El carrusel ganadero. Por las recientes modificaciones plasmadas en la Resolución 840 de 2011, una vez se encuentra la enfermedad de la Brucella, aun en los ganados jóvenes provenientes de criadores de ganado certificados por años como libres de la enfermedad, el ICA procede a retirar dicha certificación al ganadero, sin que a éste se le dé la oportunidad de recuperar su certificación luego del sacrificio de los mismos.

La culpa es de la vaca. Como resultado se da al traste con años de trabajo y cuantiosas inversiones en pruebas de laboratorio por parte de los ganaderos del país: pero ¡cómo no!, si el ganadero queda sujeto a la obligación de pasar nuevamente las muestras de sangre de todo su ganado a los laboratorios. ¡Claro está que el negocio de los ganaderos es para los laboratorios!