Martes, 7 de Febrero de 2012
Para clamar por la paz y exigir que se mantenga a la población civil al margen del conflicto armado, los habitantes de Villa Rica, Cauca, donde el pasado viernes fue activado un carro bomba que mató a seis personas e hirió a 30 más, realizaron una marcha.
Vestidas de blanco y con banderas del mismo color, unas 3.000 personas entre las que había muchos niños desfilaron por las calles de esta población del departamento de Cauca, mientras la maquinaria pesada aún removía los escombros de las casas aledañas al cuartel de la policía que fue atacado el pasado 2 de febrero. El atentado fue atribuido por las autoridades a las Farc.
"Pilas (atención) con la población civil. No pipas (explosivos) contra la población civil", se leía en una de las pancartas.
Durante cerca de hora y media, los manifestantes recorrieron las calles del pueblo llevando grandes fotografías de los muertos en el ataque. Al llegar a la sede de la comisaría, hicieron un alto para cumplir con un minuto de silencio.
El ataque provocó seis muertos, de los cuales cinco eran civiles y de éstos dos eran menores de edad que pasaban por el lugar al momento de la explosión. El sexto fallecido fue el comandante del puesto de policía.
El atentado en Villa Rica ocurrió menos de 24 horas después de otro ataque con explosivos en el pueblo de Tumaco (Nariño), en el que murieron otras 9 personas y cerca de 70 fueron heridas.
Esos dos ataques produjeron una oleada de rechazo a las Farc, que justamente hoy emitieron un comunicado rechazando que hayan emprendido una "campaña terrorista", aunque no negaron haber realizado los atentados.
"Es absolutamente falso que las FARC-EP hayamos emprendido algún tipo de campaña terrorista. Nada más lejano de nuestras convicciones que las acciones indiscriminadas contra la población civil. Nuestros únicos objetivos militares son las fuerzas armadas del Estado colombiano y las bandas criminales a su servicio", señaló esa guerrilla en un comunicado.