Excancilleres de 10 países reiteran su aval a la paz | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Julio de 2015

Una decena de exministros de Relaciones Exteriores, reunidos bajo los auspicios del Instituto Aspen, expresaron ayer su apoyo al proceso de paz.

En una carta dirigida al Presidente Juan Manuel Santos, los exministros lo motivan a mantener “la extraordinaria voluntad política” para que las conversaciones de La Habana sigan por buen rumbo, además de que consideran positivos los pasos que se han dado como la creación de la Comisión de la Verdad y el desescalamiento del conflicto.

“Habiendo trabajado en el marco de distintas iniciativas de paz en Medio Oriente, África al sur del Sahara y otras regiones del mundo, poseemos una experiencia que nos ha enseñado que las oportunidades de llevar a cabo negociaciones de paz serias son escasas y a menudo efímeras”, expresaron los exministros en la misiva.

A continuación, el texto completo de la carta.

“Aspen Ministers Forum
22 de julio de 2015

Excelentísimo Señor Don Juan Manuel Santos 
Presidente de la República de Colombia

Excelentísimo señor Presidente:

Tenemos el honor de dirigirnos a usted en tanto grupo de ex-ministros de relaciones exteriores que se reúne periódicamente bajo los auspicios del Instituto Aspen, a fin de manifestarle nuestro firme apoyo a los esfuerzos que se están desplegando para negociar una terminación a la guerra en Colombia.

Habiendo trabajado en el marco de distintas iniciativas de paz en Medio Oriente, África al sur del Sahara y otras regiones del mundo, poseemos una experiencia que nos ha enseñado que las oportunidades de llevar a cabo negociaciones de paz serias son escasas y a menudo efímeras. Gracias al éxito del Plan Colombia, los importantes avances realizados por las fuerzas de seguridad de su país y el trabajo de los gobiernos de distinto signo provenientes de todo el espectro político colombiano, su gobierno está en una posición sólida para poder concertar la paz. De alcanzarse, un acuerdo de esa naturaleza entrañaría enormes beneficios económicos y de seguridad para el pueblo colombiano y tendría un efecto positivo en toda América Latina e incluso en otras regiones.

Tenemos plena conciencia de los ingentes obstáculos que enfrentan los negociadores en La Habana y sabemos que las conversaciones han avanzado con lentitud. Al igual que en el caso de otras negociaciones similares, los temas más complejos y difíciles no se han solucionado aún, y no se solucionarán hasta el final.

Habida cuenta de esas realidades, la extraordinaria voluntad política que usted ha puesto de manifiesto deberá mantenerse para que el proceso de paz siga por buen rumbo. El reciente acuerdo para crear una Comisión de la Verdad de 11 miembros fue un paso positivo, al igual que lo fue la decisión de responder a la declaración de un cese de fuego unilateral por parte de las FARC con una reducción recíproca de las actividades militares del gobierno. Consideramos que dichas conversaciones bien merecen seguir adelante, incluso en esas difíciles circunstancias y en medio de un conflicto que se prolonga.

Conforme las conversaciones continúan, sabemos que una de las tareas más arduas –e importantes– será la de llegar a un acuerdo sobre justicia transicional. A veces la paz y la justicia son consideradas como metas contrapuestas o reñidas entre sí. Sin embargo, eso no tiene por qué ser así. Nuestra experiencia nos indica que es importante que los negociadores de paz entablen un diálogo periódico con los estamentos jurídicos tanto nacionales como internacionales, incluida la Corte Penal Internacional, pues ese diálogo puede sustentar la búsqueda de justicia y ayudar a alcanzar una paz más sólida y duradera.

Por supuesto, la paz en Colombia solamente podrá ser alcanzada por las partes intervinientes. En tanto personas ajenas al proceso, no queremos imponer nuestra presencia en las complicadas y delicadas negociaciones en curso. Sin embargo, creemos en lo que usted está tratando de lograr y por eso nos manifestamos dispuestos a brindar asistencia en cualquier forma posible, porque no hay causa más importante que la de la paz