Ex presidentes se reunieron por dos días | El Nuevo Siglo
Viernes, 14 de Octubre de 2011

 

“La estrategia política que podría  abrir camino a un nuevo modelo que nos identifique en un nuevo proyecto de región sin renunciar a nuestras diferencias, podría ser la de acordar ‘campos amigables’ para ponernos de acuerdo y luego sí, ‘construir la confianza’ necesaria para abordar los temas contenciosos que nos dividen”. 
 
Con estas palabras el expresidente colombiano Ernesto Samper presentó ante dirigentes latinos y europeos reunidos en el 12 Foro de Biarritz, que se concluyó ayer en República Dominicana buscando establecer si es posible definir un modelo de desarrollo propio de Latinoamérica, como región, y basado en temas sociales.
Además de Samper y el actual mandatario dominicano Leonel Fernández, en esta edición participaron, entre otros invitados, los expresidentes Vinicio Cerezo, de Guatemala; Antonio Saca, de El Salvador; Rodrigo Borja, de Ecuador, y José María Figueres, de Costa Rica.
“Se trataría”, expresó Samper, “de ponernos de acuerdo sobre unos ‘mínimos’ como el respeto de los Derechos Humanos, la inclusión social y el relacionamiento multilateral con el mundo; coincidir, igualmente, en acuerdos prácticos en materia de competitividad internacional y una  política de seguridad hemisférica que incluya temas como la lucha contra el narcotráfico a partir de una visión económica del problema de las drogas tal y como se propone en este Foro; iniciativas concretas en materia de protección de la biodiversidad hemisférica e instrumentos sociales, como los fondos de cohesión europeos, que ‘financien’ la reducción de nuestras diferencias”.
“Estos avances”, sostuvo, “sumados a una relación más flexible y pragmático con los Estados Unidos nos permitiría sentarnos a debatir nuestras diferencias con muchas más probabilidades de resolverlas”.
El Foro debió emitir ayer, al concluir luego de dos días de deliberaciones, un documento de consenso, que al cierre de esta edición no había sido divulgado.
El Grupo de Biarritz surgió en 2003 para fomentar la cooperación entre naciones europeas y latinoamericanas.