Tras aceptar un recurso de la defensa, el Tribunal Superior de Bogotá ordenó la libertad del ex ministro de Transporte, Gustavo Canal, quien estaba amparado con detención domiciliaria desde el año pasado.
La decisión del órgano de justicia también benefició al ex jefe de la oficina jurídica del Invías, Federman Quiroga, y revocó la medida de aseguramiento que pesaba en su contra desde comienzos de noviembre de 2011 y que impuso un fiscal anticorrupción por el delito de peculado por apropiación a favor de terceros.
El Tribunal consideró que el ex ministro Canal y Quiroga no representan un peligro para la sociedad y han comparecido en todo momento al proceso cuando han sido requeridos.
Este proceso por el que son investigados los exfuncionarios, está relacionado con el incumplimiento en el pago de una conciliación por 23 mil millones de pesos con la firma Botero Aguilar y Compañía, derivado del litigio por una carretera en Antioquia la cual nunca se construyó en 1983, cuando el contrato se dio por 690 millones de pesos para la época de los hechos.
En diálogo con Caracol Radio, el exministro Canal dijo que recibe con mucha alegría y satisfacción “que se haga justicia”.
Señaló que ha sido un proceso largo y desgastante, y que desde 2006 hasta 2011 estuvieron pendientes con los organismos de control para que no se pagara el dinero por la obra.
El exministro aseguró que durante el tiempo que permaneció detenido en su domicilio, estuvo atento para que por ningún motivo el Estado resultara perjudicado.
Gustavo Canal dijo que va a demandar al Estado por el enorme daño patrimonial y moral que le costó asumir el juicio. “Por defender los intereses del Estado hasta el último aliento, afronté un proceso que no se lo deseo a nadie, ya que al ser funcionario cuando uno es acusado el Gobierno lo deja solo, con muchos amigos pero también con una gran cantidad de enemigos”, sostuvo Canal.
Sostuvo que con los recursos que deje la demanda, levantará una fundación que proteja a los ex funcionarios públicos, por que “una vez que se deja el cargo dentro del Estado, uno queda en el aire sin nadie quien lo defienda de alguna acusación”.