Lunes, 12 de Diciembre de 2011
La designación de un ex militar al frente de su nuevo equipo de gobierno del presidente peruano Ollanta Humala, en el segundo ajuste ministerial en cinco meses, generó que perdiera el apoyo político del ex mandatario Alejandro Toledo.
Humala posesionó como su nuevo primer ministro a Oscar Valdés -quien se desempeñaba como ministro del Interior- en reemplazo de Salomón Lerner, un empresario que había generado tranquilidad en los mercados.
No se conoció la causa de la renuncia de Lerner, aunque analistas señalaron que pudo deberse a desacuerdos con el mandatario por un conflicto en el norte del país.
El nombramiento del ex militar Valdés como primer ministro generó una fuerte protesta del ex presidente Toledo, quien durante la campaña electoral apoyó a Humala.
"Me preocupa profundamente la militarización de un gobierno que fue elegido en democracia. Me preocupa mucho que el presidente Humala le haga más caso a sus asesores militares retirados que a sus ministros", señaló Toledo.
"Estoy demasiado preocupado por esta situación, me preocupa la gobernabilidad del país", dijo Toledo.
"Estoy preocupado por la gobernabilidad democrática y esa fue la única razón por la que apoyé a Humala en la elección. Quiero ser claro, yo no estoy apoyando al presidente Humala" agregó.
Una mayoría de analistas coincidió el domingo en que Humala recurrió a un ex militar como primer ministro para dar una imagen de fortaleza en momentos en que en el país se multiplican los conflictos sociales, la mayoría de ellos asociados a la minería.
"Lamento que mucha gente me vea como autoritario. Me gusta la disciplina, pero no soy autoritario", dijo el flamante nuevo primer ministro Valdés.
La designación de Valdés representa un "mensaje de endurecimiento frente a conflictos sociales", estimó Alfredo Torres, director de la encuestadora Ipsos Apoyo, citado por el portal del diario El Comercio.
"Valdés tiene una imagen de una persona bastante eficiente y manejó una cartera difícil -como Interior- con inteligencia. El hecho que venga del ejército quiere decir que el gobierno no va permitir más excesos" en los conflictos sociales, acotó Torres.
El director de Ipsos-Apoyo aclaró que esta opción no significa que el presidente Humala, quien lleva cuatro meses y medio en el poder, haya virado hacia la derecha. Durante la campaña electoral Humala, de 49 años, rehuyó las etiquetas políticas tradicionales de izquierda y derecha.
Un conflicto antiminero en Cajamarca (norte) pudo servir de punto de quiebre para la renuncia de Lerner -según analistas- debido a divisiones en el gabinete sobre el proyecto Conga de la minera Yanacocha, que prevé invertir 4.800 millones de dólares y que Humala avaló.
AFP